Asamblea popular en un gimnasio
La cita en este caucus, en el gimnasio de una escuela de Des Moines, es a las ocho de la noche. Poco más de un centenar de personas se sientan en sillas plegables después de haber escrito su nombre en un libro de registro. Aunque el propósito de la asamblea es el de elegir un candidato del Partido Republicano a la presidencia, cualquiera puede participar, sin tener en cuenta si es republicano, demócrata o independiente.Lorraine May, una vecina que preside la reunión, pide aprobación para el nombramiento del secretario, que obtiene por aclamación, presenta a algunos invitados especiales -entre ellos, el primer secretario de la Embajada de Israel- y propone que el voto sea secreto, lo que también se acepta sin debate. A continuación invita a intervenir a una persona en defensa de cada uno de los candidatos que se presentan.
El gobernador de lowa, Terry Brandstad, habla en favor de Bob Dole. Los asistentes hacen preguntas y discuten acerca de cada nombre. Terminado el debate, unos niños a quienes sus padres no han encontrado con quién dejar pasan bandejas y cacerolas para recoger las papeletas. A los menores de edad se les ha entretenido con otra votación en el salón de al lado, donde al mismo tiempo se van instruyendo en las tareas de la democracia.
El secretario va abriendo las papeletas, mientras que un voluntario anota en la pizarra un palito al lado del nombre que menciona la mesa. Dole tiene 50 rayitas, 11 más que Pat Buchanan. Aceptado el resultado por aclamación, los asistentes al caucus pasan a discutir propuestas para llevar a la convención del partido. Durante más de dos horas de debate, alimentado con coca-cola y café flojo, se aprueban resoluciones sobre el aborto, el presupuesto, la delincuencia, la protección a la infancia y la importancia de mantener en lowa el sistema de votación que se practica desde hace 150 años.
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