El primer túnel intercontinental

En un despacho ministerial de Madrid, cuando la calle jalee todavía la victoria de los ganadores en los comicios del 3 de marzo, una comisión mixta hispano-marroquí revisará el informe que ha elegido el túnel como la opción idónea para enlazar Africa con Europa por el estrecho de Gibraltar. Será un paso más del lento caminar de un proyecto que cobró impulso en la República, cuando se inició la construcción de una galería prospectiva corta, de apenas 50 metros. En el Ayuntamiento de Tarifa (Cádiz) hay constancia gráfica de aquellos trabajos, financiados por el Ministerio de Fomento, drásticamente interrumpidos por la guerra civil.

El rey Hassan II de Marruecos quitó las telarañas a la idea a finales de la década de los setenta. Se gastó decenas de millones en invitar a centenares de periodistas y técnicos de todo el mundo para que contemplaran desde Tánger lo cerca que están los dos continentes. Un sueño poder enlazarlos. Desde entonces no ha cejado de darle alas y embarcar a España a que contribuya en la operación. Más de 4.000 millones de pesetas se llevan invertidas en estudios.

. Científicos de la Marina, universitarios, geólogos, oceanógrafos, han ido recopilando una basta información sobre el Estrecho, hasta entonces reducida a las cartas náuticas de las armadas alemana y británica, para uso exclusivo de los submarinos. José Luis Almazán, 10 años al frente del equipo de investigación español, recuerda con añoranza esa etapa ya abandonada. Su experiencia le ha servido para dirigir la construcción del primer enlace fijo Europa-África; el gasoducto que permitirá a los suecos consumir gas argelino o a los marroquíes gas de los Urales.

Las dos sociedades constituidas a uno y otro lado del Estrecho para mantener con vida el proyecto de un enlace entre ambos continentes ofrecieron en la cumbre hispano-marroquí de Rabat de la semana pasada la primera conclusión de los estudios que han venido realizando. Se desecha el puente y se opta definitivamente por el túnel como única opción viable, dada la singularidad geológica del Estrecho, formado hace seis millones de años, cuando el océano Atlántico derramó sus aguas sobre un vacío Mediterráneo al romper la presa que unía los dos continentes.

¿Ha sido electoralista el anuncio o se les ha vendido una moto a los marroquíes con motivo de la cumbre? El secretario de Estado de Política Territorial y Obras Públicas, José Alberto Zaragoza, niega la mayor. Son fases de un largo episodio que avanza a paso lento, si se le compara con el otro antecedente europeo, el túnel del Canal de la Mancha, en casi quiebra técnica a pesar de soportar 20 millones de viajeros al año, cinco veces más que el tráfico del Estrecho y con un trazado la mitad de profundo.

Vicente García Álvarez, vicepresidente de la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (SECEG), fundamenta la elección del túnel porque es ocho veces más barato que un puente, no interfiere el tráfico naval de superficie y permite ejecutarlo por fases. García Alvarez estuvo vinculado hasta hace una docena de, años a la empresa Eyser, una de las consultoras colaboradoras de. SECEG, que ha intervenido también en la construcción del túnel de La Mancha. Los trabajos realizados tanto por SECEG como por la compañía marroquí SNED permiten, en su opinión, dar el paso a la redacción del anteproyecto de construcción de la denominada Fase 0.

La comisión mixta hispano-marroquí lo presentará a la Unión Europea en busca de fondos para iniciar la construcción de la Fase 0, valorada en 50.000 millones de pesetas. Se trata de la galería de exploración que permitirá, a partir de los años 2010 o 2015, dar el salto a la construcción de la Fase 1, el primer túnel operativo para trenes lanzadera. Si ya es difícil fijar fechas para la primera lanzadera, nadie apuesta por determinar el calendario de la segunda.