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Entrevista:MIGUEL DELIBES EX DIRECTOR DE LA ESTACIÓN DE DOÑANA

"Hoy Maquiavelo inventaría Doñana"

RAFAEL RUIZ Es la cara de la sensatez ecológica y de la investigación rigurosa, poco amante de la política de escaparate. Escuchando sus respuestas se tiene a menudo la sensación de llegar, con él mejor que con nadie, a lo lógico de lo ecológico. Sin ruidos.

Miguel Delibes Castro, hijo del famoso escritor vallisoletano, dejó a finales de enero la dirección de la Estación Biológica de Doñana -centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas cargo que ha ocupado durante ocho años. "Cuando se me planteó la posibilidad de seguir otros cuatro años como gestor, opté por no presentarme a la reelección, decidí que quería volver a ser un investigador normal. Que ahora o nunca". Mañana cumple 49 anos. "Es un reto para mí. No estoy completamente seguro de poder retomar el ritmo".

Pregunta. ¿Cómo está Doñana con tanta agua?

Respuesta. Hay que desdramatizar. Son ciclos de la naturaleza. Ahora se ahogan animales como los zorros y las liebres que se expandieron durante los cinco años de sequía, y se favorece a los animales ligados al agua, como los patos, que han atravesado una mala racha.

P. Haga balance de su paso al frente de la estación biológica.

R. El centro ha ganado tranquilidad, lo que ha hecho posible un mayor rendimiento científico. Hemos crecido, además. De diez o 12 científicos cuando llegué a los 18 de ahora en plantilla. Y todo eso se ha notado en que hemos pasado a publicar en revistas científicas internacionales, unos 80. trabajos cada año. Resumiendo, nos hemos consolidado científicamente, aunque hemos perdido protagonismo..., pudiéramos decir protagonismo político.

P. ¿No se abusa de Doñana, no sirve en exceso de caja de resonancia de los más variados intereses?

R. Si hoy Maquiavelo quisiese inventar algo para distraer la atención de otros problemas, inventaría Doñana. Hay, por ejemplo, multitud de ríos en España contaminados, con aguas que no se depuran; es un problema enorme, pero la gente se fija en Doñana. Es un sinsentido y un invento fantástico.

P. En el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha habido cierta tensión esta semana por colocar a un ex alto cargo político como director, ¿qué cree que es mejor: un gestor o a un científico al frente de los centros de investigación?

R. En la inmensa mayoría de los centros de investigación, el director debe ser no sólo un científico, sino un buen científico, para que el cuerpo de investigadores que tiene a . su cargo respete sus criterios. Ahora bien, hay centros, como la Estación de Doñana o el Museo de Ciencias Naturales o el Jardín Botánico, que llevan una carga de representación pública muy grande, cosa que a los científicos no les suele gustar. En Doñana nos planteamos esto mucho tiempo, sobre la posibilidad de que viniera alguien con cargo político y que sirviera de escaparate. Al final descartamos esa opción, porque vimos que se iban a desviar a destinos de imagen los ya de por sí magros fondos con que cuenta la investigación.

P. Ahora que vuelve, ¿hay más posibilidades de investigar en España que años atrás?

R. La investigación es de las cosas que más han cambiado en España en los últimos 15 años. El gran drama es la enorme cantidad de gente que se ha formado bien, con estancias en el extranjero, y que ahora ha vuelto a España y no encuentra posibilidad de entrar en el sistema científico. No todos son cerebros que se vayan a perder, pero el nivel es muy alto, algunos cien veces mejor que cuando empezábamos nosotros.

P. ¿Y la investigación en la empresa privada?

R. Ahí ha cambiado menos. Sigue vigente el que inventen ellos. Prefieren comprar patentes.

P. ¿No saca la Administración poco partido a los investigadores de la naturaleza?

R. Muy poco. Se saca la Estrategia Nacional de Conservación Integral de la Naturaleza, la ENCINA, y la investigación no tiene un papel relevante. Incluso en temas concretos, como las Hoces del Cabriel. Meses de conflicto, pero no se recurre a la ciencia para hacer una evaluación. Me parece incomprensible. En la Administración se piensa que con intuición y sentido común ya es suficiente.

P. ¿Ha calado la sensibilidad ambientaten los políticos?

R. No llegan a creerse que esto es un problema grave, pero no me extraña, porque la sociedad tampoco. Se sigue viendo más como un problema de imagen. Sigue predominando la idea de buenos y malos.

P. ¿Tenemos organizaciones ecologistas maduras?

R. A veces se actúa demasiado por sentimiento, y hay que poner también cabeza. Es más fácil convencer a la gente de que conserve los animales si ve que sirven para algo. Por ejemplo, el mayor experto mundial en cocodrilos defiende su cría y la comercialización de su piel, porque dice que es la mejor forma de que no se extingan.

P. Eso puede llevar a una espiral muy peligrosa: sólo hay que proteger lo que le es útil y rentable al ser humano.

R. Pero es que todo es útil. Perder la riqueza biológica es desastroso para la humanidad porque se pierden recursos muy útiles. Hay también una componente ética y estética, pero yo no veo raro que la. gente pague por ver un pájaro. Los pájaros también sirven para mirarlos, no hay por qué comérselos directamente.

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