El sector agrario dispondrá de hasta un billón de pesetas al 4% para la mejora de los regadíos

El sector agrario dispondrá en les próximos 10 años de una línea de financiación especial de hasta un billón de pesetas para hacer frente a su participación en el proceso de modernización de 1,07 millones de hectáreas previsto en el Plan Nacional de Regadíos. El Ministerio de Agricultura ultima en este momento la negociación con a Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) con el fin de que ésta, a través de todas las cajas provinciales o regionales integradas en su organización, porte en los próximos 10 años la mencionada cifra de un billón de pesetas.

Según fuentes de la Administración, estos créditos se concederían por parte de las entidades financieras a un tipo de interés medio del 11%. Sobre este porcenta¡e, el Ministerio de Agricultura correría con una subvención de cuatro puntos, mientras las comunidades autónomas se harían cargo de una cantidad igual, lo que resultaría al agricultor un interés entre el 3% y el 4%. Agricultura no descarta la posibilidad de que en esta línea entren también otras entidades financieras en las mismas condiciones.El Plan Nacional de Regadíos, aprobado en el último Consejo de Ministros tras recibir luz verde hace una semana por los consejeros de Agricultura de todas las comunidades autónomas, contempla la modernización en los próximos 10 años de 1,07 millones de hectáreas con una inversión prevista para este fin de 615.000 millones de pesetas. De esta cantidad, las administraciones públicas (Ministerio de Agricultura y comunidades autónomas) aportarán 430.000 millones de pesetas, mientras la iniciativa privada corre con el 30% de los gastos, que supone 184.000 millones de pesetas.

Créditos subvencionados

La parte que se desarrollará por la iniciativa privada se pretende apoyar desde la Administración según el concierto con entidades financieras con créditos subvencionados. En lo que respecta a los 430.000 millones de pesetas que supone la inversión pública, la Administración ha planteado que sea sufragada al 50% entre el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas. Tanto la Administración central como la autonómica recibirán un reembolso medio del 65% de esos gastos con fondos procedentes de la Unión Europea. No se conoce con certeza qué parte de esos fondos públicos podrían proceder de una nueva política sobre el precio del agua, aunque el ministro señaló que no se encarecería su utilización y que se pagaría sólo el derroche.

Junto a estas actuaciones, el Plan de Regadíos contempla igualmente unas inversiones de 170.000 millones de pesetas para la puesta en regadío., también en los próximos 10 años, de otras 180.000 hectáreas, en este caso todas ellas sufragadas con fondos públicos. Para la mejora en la gestión del agua, el plan contempla unas inversiones de otros 3.600 millones de pesetas.

El principal objetivo es lograr una modernización de las redes de conducción actuales para usar mejor el agua disponible, ya que una tercera parte tienen más de 200 años. Este plan afectará, directamente a unos 200.000 agricultores, aunque su transformación incidirá en todo el sector agrario y agroalimentario.

En relación con el programa agrario del PP, el titular de Agricultura, Luis Atienza, lo calificó de nube de humo, vago, con muchas omisiones, vacío de compromisos y preocupante para el sector en propuestas como la política de seguros, actuaciones frente a la sequía, parques naturales, espacios protegidos o generalización de exenciones en el impuesto de sucesiones, lo que se considera injusto frente al objetivo socialista de aplicarlas sólo a las explotaciones prioritarias.