_
_
_
_

Fuertes aglomeraciones en el metro por el endurecimiento de la huelga

Viajar en metro en la hora punta resultó ayer especialmente incómodo para los usuarios. Los conductores han endurecido, la huelga iniciada en diciembre, de forma que ayer no salió ni un solo tren que excediese los servicios mínimos, del 60%. Hasta esta semana, en las 15 jornadas anteriores, el usuario casi no notaba los paros. Si los trabajadores se han puesto duros, la empresa, Metro, SA, también.

La compañía ha remitido "cartas de pregunta" a 150 empleados. Las notificaciones suponen la apertura de expedientes por "faltas muy graves", cuya penalización mínima es la suspensión de empleo y sueldo durante 10 días. La máxima, el despido.El funcionamiento del 60% de los convoyes provocó fuertes aglomeraciones de usuarios (1,2 millones al día en 1995) en la línea 3 (Legazpi-Moncloa) -donde hubo una avería en la franja de paros de la mañana, entre las 7.30 y las 9.30-.También fueron enlatados los viajeros en las líneas más utilizadas: la Circular (antigua 6); la 1 (Miguel Hernández-Plaza de Castilla) y la 2 (Ventas-Cuatro Caminos), según informó Camilo Durán, líder del Sindicato de Conductores.

La espera en los andenes se debió a que los servicios mínimos no se excedieron, cosa que sí ha sucedido en los paros de los dos últimos meses. "Aquí no obligamos a nadie a hacer huelga ni hay piquetes", indicó el secretario general del sindicato, de maquinistas (que integra a 1.151 empleados de los 5.700 de la compañía metropolitana). Esa aseveración responde a los hechos acaecidos el miércoles, cuando, según fuentes sindicales, dos piquetes impidieron la salida de un tren en Aluche (véase EL PAÍS de ayer). El sindicato niega con firmeza que ese tren fuese encerrado en las cocheras, e indica que tan sólo estuvo detenido cinco minutos antes de emprender su viaje hasta Canillejas, en la línea 5.

Expedientes

En cualquier caso, los dos conductores que originaron el incidente de la estación de Aluche han recibido sendos apercibimientos del departamento de personal, al igual, que otros 150 conductores. Los expedientes se han abierto por la negativa de los trabajadores, según la empresa, a conducir los trenes obligados a dar servicio. Las cartas han empezado a llegar esta semana, en la que se marca un punto de inflexión de la campaña de paros.

La inflexión supone una escalada de acciones legales de las dos partes del conflicto. El Sindicacto de Conductores ha reaccionado a los expedientes ordenando a sus servicios jurídicos la redacción de una querella criminal contra el firmante de las cartas de pregunta, el jefe de la administración de personal, Miguel Otamendi.

"La empresa, en una clara conducta antisindical, nos está coaccionanado al incoar numerosos expedientes por los paros. Al contrario de lo que sostiene la compañía, nos están abriendo expediente por encerrar [guardar en las cocheras] los trenes que rebasan los servicios mínimos, protesta Camilo Durán.

Los conductores llevan casi dos meses de huelga. Reclaman mejores condiciones de seguridad y medidas que palien la penosidad en el trabajo, en forma de pluses de peligrosidad o otras fórmulas. Es una huelga sin negociación entre las partes. La Consejería de Transportes e incluso el presidente regional, Alberto RuizGallardón,. les dan la razón, pero les piden paciencia hasta la negociación, en 1997, de un nuevo convenio colectivo. -El último (de febrero de 1995) sólo ha sido firmado por CC OO y UGT. Los otros cuatro sindicatos de Metro han recurrido el documento.

Los próximos paros están convocados para los días 19, 21, 23, 26, 27, 28 y 29 de febrero. Serán de 7.30 a 9.30 horas y de 19.15 a 21.15.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_