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El bolero de Ravel

José Manuel Romero

Como el bolero de Ravel, el pleno de ayer volvió sobre sus pasos y repitió debates pasados. Hubo una hora de argumentos sobre la incineradora de Valdemingómez y el tratamiento de la basura re gional. Julio Setién (IU) sopló con sus palabras para apagar el horno municipal, mientras el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja (PP), recurría a la ciencia para mantenerlo encendido. "No sean alarmistas. Ningún estudio científico demuestra que las dioxinas producen cáncer", le gritaba Mayor Oreja desde la tribuna a Setién.

Tras el debate, las razones de los políticos salieron al pasillo y continuaron la contienda. El diputado de IU intentaba convencer al consejero del PP para que cerrara la, caldera del Ayuntamiento de Madrid. En el futuro, explicó Setién, podría aprovecharse la incineradora para producir energía quemando gasóleo y evitar las dioxinas.

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Mayor Oreja prefería su tema: el Gobierno regional presentará en breve un plan de gestión de las basuras que generan los 176 municipios -la región tiene 179- a cargo de la Comunidad. El PP fomentará la participación de empresas privadas en la construcción y explotación de plantas donde se trate y recupere buena parte de los residuos de la región.

Antes de este debate, las mujeres madrileñas de distintas asociaciones siguieron agitadas las explicaciones de la consejera de Servicios Sociales, Rosa Posada (PP), sobre el plan de ayudas a la mujer para este año.

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Protestas de mujeres

Protestaban las mujeres asociadas porque les han quitado 100 millones. Protestó en su nombre la diputada socialista Elena Almazán por lo mismo. Y replicó Posada con un desmentido: si hay menos dinero es porque el Ministerio de Asuntos Sociales ha recortado las ayudas, según la consejera de Servicios Sociales. Las mujeres invitadas se removieron disgustadas y en el pasillo lucieron pegatinas contra Ruiz-Gallardón.

El presidente del Gobierno regional apenas se enteró. Lidió su turno de preguntas como pudo y, una hora después, dejó la Cámara. Su grupo parlamentario le sirvió en bandeja una pregunta para el lucimiento. Aprovechó su turno para tender la mano a todos los alcaldes y respetar la autonomía municipal.

El PP también reservó un regalo en forma de pregunta para su consejero de Hacienda, Antonio Beteta. Le pidieron explicaciones sobre la rebaja de las tarifas del Canal de Isabel II y Beteta se jactó de lo llenos que están los embalses y de la feliz reducción de los precios del agua.

Para que el bolero de Ravel sonara completo faltó el caballo Madrid, comprado por la Federación Española de Hípica por 100 millones con el aval de la Comunidad. Había una pregunta sobre el semental belga que se tuvo que aplazar. El consejero que guardaba la respuesta, Gustavo Villapalos, enfermó hace días. La fiebre de Villapalos dejó ayer al caballo Madrid a las puertas de la Asamblea.

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