El líder del PP eludirá Ias provincias no 'prioritarias

La campaña de José María Aznar y de los máximos líderes del PP ha sido dibujada por un comité de estrategia, con sondeos y un buen plano de España. Se pateará el país, pero no por cualquier camino. "Hay provincias en las que no nos compensa volcar más esfuerzos porque es prácticamente imposible ganar un diputado más", reconocen en la sala de mandos de Génova 13, sede central del PP. En otras sí merece la pena. Éstas se denominan "prioritarias", son 29, y se han clasificado en tres apartados, según el grado de dificultad previsto para hurtar al PSOE entre 8 y 33 escaños que quedaron bailando en los comicios de 1993 por escasos votos.No verán a Aznar, por ejemplo, por tierras de Soria. Tampoco en Cantabria. En Baleares o Galicia poco más se puede rascar, pero el presidente del PP debe pagar algun peaje en dos de sus feudos más históricos.

La campaña oficial, la que comienza el 16 de febrero, está estudiada al milímetro por los que controlan los aparatos de los distintos partidos. También Felipe González se trabajará algunas de estas cotizadas circunscripciones. En Madrid y Barcelona, donde está en disputa más de un diputado, González hará hasta doblete.

En esas "provincias prioritarias" se puede estar jugando el futuro gobierno o disponer de la preciada mayoría absoluta. El PP dispone ahora de 141 escaños. El PSOE de 159. Los populares se niegan a confesar sus cuentas en público sobre el objetivo real de esta estrategia. Pero sí lograran hurtar a los socialistas 10, 15 o 20 de esos parlamentarios "prioritarios" la diferencia entre ambas formaciones se podría agrandar lo bastante en favor del PP como para recaudar una "mayoría suficiente".

Los restos de la ley D'Hont

El PSOE, en las elecciones de 1993, ganó su tercer diputado de Cantabria sólo por 740 votos frente a los del PP. En Toledo, ese tercer escaño socialista, se consiguió por 46 papeletas. Los restos que provoca la ley D'Hondt para repartir las últimas actas con derecho a asiento en el Congreso pueden llegar a ser mínimos. En estas circunscripciones, sin embargo, al PP tampoco le renta volcar demasiados esfuerzos porque piensa lograr los mismos resultados sólo con aprovechar la ola que ya se da por sentado que les beneficiará.

Francisco Álvarez Cascos, secretario general del PP, transmitió, en un comité ejecutivo de diciembre al que asistieron los responsables territoriales del partido, la orden de puesta en marcha de la organización con la consigna de que se iban a exigir resultados. Algunos se sintieron más aludidos que otros.

Las encuestas internas encargadas por el PP y analizadas en el comité de estrategia que dirige Mariano Rajoy han servido para diseccionar España en tres apartados y por objetivos. Las 15 provincias donde se prevé más sencillo volcar a favor del PP esos últimos escaños son Melilla (donde tendrían que pasar de cero a uno), Murcia (de cuatro a cinco), Toledo (de dos a tres), Las Palmas (de tres a cuatro), Tenerife (dos a tres), Cádiz (tres a cinco), Almería (dos a tres), Sevilla (tres a cuatro), La Rioja (dos a tres), Huesca (uno a dos), Teruel (uno a dos) y Madrid (16 a 18). De estas plazas, la caravana de Aznar sólo se olvidará en esta ocasión de Melilla, Murcia, Toledo, Almería, Huesca y Teruel.

En el segundo grado de dificultad para amarrar el último diputado están, para el PP, Córdoba (para pasar de dos a tres), Jaen (dos a tres), Tarragona (uno a dos), Girona (de cero a uno), Alicante (cinco a seis), Orense (dos a tres), Salamanca (dos a tres), Burgos (dos a tres) y Barcelona, donde podrían sumar hasta dos congresistas a los seis actuales. En Barcelona hará campaña Aznar, que también visitará Burgos. De este cupo González se centrará en Barcelona, pero por duplicado.

El PP redoblará su duelo con el PSOE en un tercer grupo de siete provincias, donde la pelea precisamente por los últimos siete escaños se aventura más cruenta y los, beneficios más satisfactorios. Aznar dará mítines en Málaga (ahora tres diputados), Zaragoza (dos), Cáceres (dos), Valencia (siete), Asturias (cuatro) y La Coruña (cinco). González intentará defender con su presencia ese último escaño de tres de estas provincias (Valencia, Asturias y La Coruña) y añadirá otra, Ciudad Real. Ninguno de los dos pasará por Álava, técnicamente en la misma situación.

Aznar no ira sólo. Tanto Álvarez Cascos como Rodrigo Rato, portavoz del PP en el Congreso, y otros líderes nacionales del partido, como Federico Trillo o Isabel Tocino, le arroparán y serán los encargados de calentar los auditorios con los ataques y réplicas que se quieran enviar al PSOE. El más requerido de los dirigentes regionales ha sido Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, al que se le han pedido siete días de su agenda.