El colmo del aislado

El portavoz de los hosteleros de Navacerrada, Miguel Ángel Cantón, no sonreía ayer, a pesar de que los esquiadores habían llegado por fin, tras 14 días. "Le voy a contar algo que se puede definir como el colmo del aislado", decía. "Tras tantos días aislados, hemos recibido el correo. El cartero no podía subir porque la carretera estaba bloqueada. Me trajo tres cartas. Abrí la primera, ya que no sabe qué era. ¿Se rinde? ¡El impuesto de circulación!"."Ahora los políticos", añade Cantón, "se felicitan por haber conseguido abrir el puerto. Todos se ponen medallas y se dejan fotografiar ante los medios de comunicación. Sin embargo, ninguno ha sido capaz de visitamos cuando de verdad lo necesitábamos, cuando estábamos solos. Unicamente vinieron, a preguntar cómo estábamos el alcalde [Enrique Espinosa, independiente], los guardias civiles de toda la vida y un par de empleados de carreteras. Vamos, los que no salen en las fotos y no piden nada a cambio".

"Los de los despachos aparecieron ayer, cuando el puerto estaba ya limpio. De verdad, que te dan ganas de cambiarte de región", añadió. A su lado, dos vecinos asentían. "Pero ¿qué quieren de nosotros?", preguntaba otro hostelero, "somos la sierra de Madrid y nos tienen abandonados. ¿Dónde está el plan de ecodesarrollo que nos prometieron?, ¿dónde las ayudas a unos empresarios abocados a la ruina? Ruiz Gallardón nos ha abandonado", dijo.