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Una falsa amenaza de ETA deja sin clase a más de mil escolares en Bilbao

Más de 1.000 alumnos se quedaron ayer sin clases en dos colegios de Bilbao mientras la Ertzaintza, rastreaba una amplia zona de la afueras de Bilbao, en busca de unos tubos lanzagranadas colocados por ETA. Una llamada a Egín había advertido en la tarde del martes de su colocación en el monte Artxanda, pero la falta de luz obligó a posponer su localización hasta el amanecer. Después de tres horas de rastreo la policía abandonó la búsqueda, al no encontrar los artefactos.

Los tubos lanzagranadas no aparecieron. Pero más de 1.000 escolares disfrutaron ayer de un día de asueto a cuenta de unos artefactos que, aparentemente, sólo existieron en la imaginación del anónimo informador. El departamento de Interior del Gobierno vasco había alertado a la dirección de los colegios situados en la zona en la que iba a llevarse la operación de búsqueda de los artefactos. El colegio público Zumalacarregui y el de las Hijas de Jesús optaron por suspender las clases. Otros centros cercanos decidieron continuar con los planes lectivos con absoluta normalidad.Las tareas de rastreo de la Ertzaintza duraron apenas tres horas. La búsqueda había comenzado hacia las ocho de la mañana y poco antes de mediodía la policía consideró que el aviso era falso y dio por finalizada la operación. El despliegue de efectivos de la brigada móvil, de la unidad canina y expertos en desactivación de explosivos, en una zona que se extiende a lo largo de unos cuatro kilómetros del monte Artxanda, resultó infructuoso.

Un comunicante anónimo había informado el pasado martes de la existencia de varios tubos lanzagranadas en la ladera del monte Artxanda, desde donde se domina la ciudad de Bilbao, sin precisar el lugar exacto de colocación.

ETA utilizó por última vez lanzagranadas en la provincia de Vizcaya, en un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Gernika, en junio de 1994, en plena campaña de las elecciones europeas. Las dos granadas lanzadas no llegaron a impactar en el edificio, donde residían 80 personas, y estallaron sin causar daños en unos descampados cercanos.

El pasado sábado ETA atacó con granadas el cuartel de la Guardia Civil de Urdax (Navarra), donde viven 23 familias. En ese caso fue utilizado un temporizador para lanzar cuatro proyectiles desde una loma situada a unos trescientos metros del cuartel. La única granada que impactó causó destrozos materiales.

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