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Un laboratorio clandestino trató 1.500 kilos de cocaína en Getafe

Jan Martínez Ahrens

Los narcotraficantes habían levantado su tienda en el cámping Alpha, de Getafe. Allí, la Brigada de Policía Judicial de Madrid desmanteló este fin de semana un laboratorio clandestino, donde la organización criminal había reelaborado cerca de 1.500 kilos de coca base, según el cálculo de los investigadores. En la operación han sido capturados tres colombianos y dos españoles, entre ellos un ex guardia civil, de 46 años, prófugo y que supuestamente ejercía de cocinero (químico) para la banda. Los investigadores consideran que los detenidos formaban la punta de lanza del cartel de Bogotá en Madrid.

Los narcotraficantes, siempre según fuentes policiales, enviaban la droga desde Colombia hasta Pontevedra en barco. La mercancía era trasladada en automóviles hasta una nave del distrito de Usera. Allí eran desmontados los coches, y la coca base, el denominado basuco, era enviado para su tratamiento al laboratorio -incluso se reelaboraba en caso de que se hubiese humedecido por el agua de mar-.Este trabajo, incluido el transporte, correspondía a los españoles. Una vez preparada la droga, era puesta en circulación por los colombianos.

La investigación, desarrollada por el Grupo XVII de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, se inició hace tres meses, cuando los agentes empezaron a seguir los pasos a la pareja colombiana formada por Ernesto C., de 44 años, y Brasilia C. A., de 40. Vivían con gran lujo, pese a que carecían de una fuente de ingresos conocida. Periódicamente se reunían en los bares de Legazpi y Delicias con un compatriota -Hildebrando P., de 44 años-, con quien también mantenían contacto telefónico. Formaban, según las pesquisas posteriores, el núcleo duro de la célula mafiosa: la pareja recibía la droga y regía el laboratorio de transformación, mientras que el tercer hombre ejercía de duro y repartía la droga entre los clientes.Banda escurridiza

Durante los seguimientos policiales, la banda se mostraba tremendamente escurridiza. El motivo radicaba en que poseía un barredor de frecuencias con el que interceptaba las comunicaciones de los agentes. En cuanto advertían la presencia policial en las ondas, les bastaba apretar el acelerador y saltarse el semáforo en rojo para escabullirse.

La suerte cambió de bando cuando los policías optaron por comunicarse entre ellos mediante teléfono móvil.

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El pasado fin de semana el trío se hallaba reunido en un bar de Delicias. Los agentes advirtieron que Hildebrando salía del establecimiento y se reunía en otro bar con el ex guardia civil Carlos D. A., de 46 años, con documentación falsa y una orden de encarcelamiento por drogas. Tras varias vueltas, Hildebrando y Carlos se encaminaron hacia un Mercedes 500 SEL azul aparcado junto a la plaza de Legazpi. Sacaron una bolsa del maletero y subieron al vehículo. En ese momento, fueron interceptados por los agentes del Grupo XVII. La bolsa contenía 10 kilos de cocaína. Debajo del asiento, fueron hallados otros 250 gramos de la misma droga.

Las detenciones se sucedieron en cadena y abrieron la espita de los registros domiciliarios. En las viviendas se descubrieron, además de un cuarto de kilo de cocaína, varios documentos. Su estudio permitió encontrar la nave de desmontaje en el distrito de Usera -con una moto Honda 1500 Goldwind y un coche medio desmontado con capacidad para ocultar 200 kilos de coca base-.

Los papeles también facilitaron el hallazgo del laboratorio clandestino de Getafe. La factoría había sido instalada en una casita del cámping Alplia. Disponía de reactivos, secantes, focos, troqueles... y más de un kilo de cocaína.

En la operación policial fueron requisados otros cinco vehículos y cuatro millones de pesetas.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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