Cuevas pidió abaratar el despido y no despido lbire

El presidente de CEOE, José María Cuevas, ha pedido el abaratamiento del coste del despido y no ha "exigido al PP el despido libre" como se decía erróneamente en el titular de primera página de EL PAÍS de ayer. La organización patronal difundió ayer un comunicado en el que califica de "absolutamente falso" que su presidente planteara esa exigencia y añadía que "ni siquiera coinciden los titulares de primera página con la información que luego se recoge en páginas interiores, escrita por los profesionales que asistieron al almuerzo informativo, y donde no se menciona para nada el despido libre".La patronal siempre ha mostrado un cuidado exquisito en que sus demandas de abaratamiento del despido, que viene planteando desde el año 1985, no se confundan con una petición de "despido libre". Ese término, en opinión de los responsables de CEOE, significa "despido libre y gratuito".

José María Cuevas expuso el lunes las prioridades que, a su juicio, debía poner en marcha un eventual Gobierno del Partido Popular si sale refrendado por las urnas el próximo 3 de marzo. El presidente de CEOE propuso una nueva "reforma laboral en línea con la legislación europea". En esa reforma se debería analizar "qué países de la Unión Europea tienen menos tasa de desempleo, cuál es su legislación laboral, cuáles son las causas para rescindir los contratos y qué se hace con la vigencia de los convenios". Con ello reiteraba una vieja petición de la patronal: que se abaraten los costes de los despidos, así como la desaparición de la ultractividad en los convenios colectivos (la no consolidación de las ventajas una vez acabada su vigencia).

Otra de las reformas pedidas es el replanteamiento del Estado del bienestar. En concreto propuso, buscando las máximas adhesiones y los máximos compromisos", este debate: "Revisar la cobertura del desempleo que ahora incentiva más el paro que el empleo; hacer una reflexión sobre la sanidad pública y ver si en su concepción y gestión debe actuar de modo monopolístico; y, en las pensiones, decidir cómo evitar la fragmentación que se está produciendo entre quienes tienen menos de 40 años y el resto de los ciudadanos".