Aznar asegura que rechazará las medidas de Cuevas

El líder del PP, José María Aznar, se interpuso, ayer ante el torpedo que el presidente de la patronal, José María Cuevas, lanzó contra su oferta de empezar a negociar el mismo 4 de marzo, al día siguiente de las elecciones, un pacto social por el empleo. El patrón de los patronos defendió el lunes, ante la indignación de los sindicatos, una nueva reforma laboral -no el despido libre- y recortes en el Estado de bienestar. "No estamos a favor de esas medidas, y si nos las proponen no las aceptaremos", replicó en Barcelona el presidente de los populares, que mantiene su promesa de reunirse con sindicalistas y empresarios cuando voten los ciudadanos. Sus palabras pretendían poner freno al recelo a esa reunión suscitado entre los dirigentes de los trabajadores y a la ironía que rezuman los demás partidos. Acusado de caer de nuevo en manos de la derecha, Aznar ha sido emplazado a explicar con claridad su programa de gobierno.

Los nombres de José María Cuz vas y Emilio Botín, presidente e Banco Santander, estuvieron ayer todo el día en los labios de los dirigentes políticos y sindicales por el respaldo abierto que ambos han dado a la candidatura de Aznar. Los dos encarnan, según el PSOE, esa derecha que apoya al PP y ambos definen muy bien "cuáles son las condiciones de sus apoyos". "Es un respaldo envenenado", en opinión del portavoz parlamentario socialista, Joaquín Almunia, "que implica el compromiso de Aznar de recortar los gastos sociales, bajar los impuestos a quienes le apoyan y abaratar el despido". Pero si dura fue la reacción política, a la que se sumaron los nacionalistas catalanes y vascos, mayor fue la respuesta de los trabajadores.Cándido Méndez y Antonio Ordóñez, por UGT, y Antonio Gutiérrez y Ángel Campos, por CC OO, no dudaron en advertir al PP que lo que Cuevas propone es "una desmesura". que "desembocaría con plena seguridad en una enorme frustración y en una situación de crispación social". Está en juego el diálogo, y Aznar, añadieron, tiene la obligación de aclarar su programa antes de que los ciudadanos voten.

"Da la impresión de que Cuevas actúa como agente electoral del PSOE. Sus propuestas hacen un flaco favor a la estrategia de Aznar", dijo indignado el secretario general de USO, Manuel Zaguirre, para quien las proclamadas intenciones del presidente de la CEOE son "un exabrupto, una salida de tono".

Ante tal revuelo, el Partido Popular optó ayer mismo por distanciarse todo lo que pudo de la patronal y de los banqueros. Las referencias de Cuevas a fórmulas de flexibilización en el mercado laboral fueron rechazadas con grandes aspavientos por los dirigentes populares. Aznar fue tan escueto como contundente. Dijo que desconocía las propuestas del líder empresarial, pero anticipó que no está en su ánimo recortar las prestaciones sociales. "No estamos a favor de estas medidas, y si nos las proponen no las aceptaremos", dijo. Previamente, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro habían multiplicado sus declaraciones en la misma dirección, desmarcándose incluso de Emilio Botín.

Desmentido de Rato

Aunque Aznar lanzó un capote al presidente del Banco Santander -"Se limitó a constatar la confianza de los mercados extranjeros en nuestro programa", dijo-, los populares no ocultaban su malestar por estos apoyos, justo cuando proclaman que se han convertido en un partido de centro. Nada más alejado de sus intereses que aparecer ahora abrazados a banqueros y empresarios, como reconocía uno de ellos.

Rato, presidente del grupo parlamentario, matizó a este periódico que "desconocía" lo que había dicho exactamente Cuevas, pero en todo caso quiso aclarar que "el PP es contrario al despido libre y a recortar las prestaciones sociales". Añadió que han sido los Gobiernos del PSOE los que han reducido las prestaciones. "Nosotros no somos partidarios de recortes sociales, no respaldamos el decretazo, no respaldamos el recorte social del 93 ni fuimos partidarios del recorte de las pensiones del 85... ". Para este dirigente, la creación de empleo la conseguirá un hipotético Gobierno de Aznar con estabilidad económica y "en un marco fiscal que garantice la competitividad de las empresas". No, insistió, con recortes sociales.

Los socialistas, en cambio, creen que poco a poco los ciudadanos se van dando cuenta de las verdaderas propuestas que cada uno tiene para el 3-M. Ellos, alegan, son los defensores del Estado de bienestar, y el PP es proclive a la privatización paulatina. Así opina Joaquín Almunia, quien considera que "sólo falta comprobar hasta qué punto el PP sigue los dictados de la patronal y los banqueros". "El PP no es el centro, es la derecha más pura".

El propio Felipe González ahondó en este criterio: "Está claramente repartido el papel de unos y de otros. Ahora estamos viendo cómo se va desarrollando toda la película de las propuestas implícitas". Sus compañeros de filas se sumaron enseguida. Para el ministro de Economía, Pedro Solbes, las palabras de Cuevas son "clarificadoras". "Hay muchos puntos oscuros en el programa del PP, y en la medida que se vayan clarificando me parece muy interesante". "Me preocupa el apoyo de Cuevas a Aznar porque amenaza al Estado de bienestar", añadió el titular de Industria, Juan Manuel Eguiagaray. "En el PP se avergüenzan de decir que son de derechas", dijo Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del Gobierno. "Cuevas y Botín le han recordado a Aznar quién es", redondeó Juan Alberto Belloch, ministro de Justicia e Interior.

Hundir la economía

Los nacionalistas tampoco se callaron. Joaquim Molins (CiU) puso la acidez del comentario: "Aznar debe aclarar si piensa gobernar para el señor Cuevas y para el señor Botín. Estos apoyos ponen de manifiesto que es la derecha de siempre la que está ganando dentro del PP, frente a su anunciada vocación de orientarse hacia el centro". "El empresariado catalán", añadió, "sabe que propuestas como las de Cuevas ponen en peligro la cohesión social y, además de no mejorar la competitividad de la economía, la hundirían más rápidamente". [La patronal catalana Fomento del Trabajo planteó ayer al presidente Jordi Pujol similares medidas a las anunciadas por la CEOE para flexibilizar el empleo].

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz advirtió que "todos los que no somos el PP" toman nota del apoyo de Emilio Botín al PP.