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COMERCIO ESPAÑA-URUGUAY

Las disputas de blancos y colorados paralizan la conservera de Montevideo

Juan Jesús Aznárez

ENVIADO ESPECIAL La situación de abandono de una planta conservera procesadora de frutas y sus accesorios, vendida por aproximadamente 1,1 millones de dólares a Uruguay en el contrato suscrito por Focoex y el Ministerio de Educación, ilustra las consecuencias de la falta de coordinación entre las autoridades educativas uruguayas encargadas del proyecto y es resultado también del agotamiento de recursos y del cambio de gobierno registrado en 1994. Los equipos asignados a la Escuela Agraria, en unos terrenos situados a 40 kilómetros de Montevideo, llegaron hace más de un año y aún no se han instalado debido a las disputas entre quienes la pidieron y quienes la heredaron, del Partido Colorado o del Partido Nacional (Blanco). "Como comprenderá, nosotros no vendemos nada que no nos hayan pedido", explican fuentes de Focoex.Ya en abril de 1993, la empresa pública adelantaba que los equipos que componían la planta piloto estaban prácticamente fabricados y su expedición a la espera de efectuarse los elementos de interconexión, cuya definición exigía conocer donde se ubicaría la planta a los efectos también de diseñar el circuito general de la instalación. "Necesitamos urgentemente conocer las caracterísicas dimensionales del local donde se montará la planta por medio de un plano o croquis que nos faciliten ustedes", solicitaba Focoex entonces en una carta enviada a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) (ver reproducciones adjuntas). La preocupación de Focoex, que desmiente las pretendidas imágenes de abandono, es lógica, puesto que en sus contratos suele estar incluida la instalación.

La planta llegó al país el 3 de septiembre de 1993, y no alcanzó su destino final hasta marzo de 1994. El ingeniero Carlos Recarey, inspector agrario que pidió la procesadora (habilitada para lavar frutas y hortalizas y que puede proceder después a su pelado y lavado), informó que quedaría montada en la granja de San Antonio, emplazamiento distinto a donde ahora reposa el sueño de los justos: la Escuela de Mecánica Agraria de Libertad de San José.

Pese a que el destino era San Antonio, todavía en abril del 93 las autoridades locales dudaban sobre que este emplazamiento fuera posible. "Estuvieron casi un año para decidir finalmente mandarla a la Escuela Agraria de San José", recuerdan las fuentes consultadas. Quienes encargaron la procesadora trataron siempre de buscar algún convenio con suministradores de vegetales, con la cooperativa de granjeros de San Antonio. Pero el convenio, con la planta ya pedida, no cuajó.

El problema se complica más porque cuando la planta llega a San José ya no se dispone de dinero para efectuar las obras de preinstalación y adecuación del local al nuevo equipo. El presupuesto de la obra fue de unos 40.000 o 50.000 dólares, que no tenían. En eso transcurrió 1994, con campaña electoral incluida.

La oficina de Uruguay de Focoex, el 21 de febrero de 1995, envió otra carta a la ANEP, interesándose por la planta. "Transcurrido largo tiempo desde su entrega en destino, sin haber decidido su lugar de instalación y por tanto no haberse realizado las preinstalaciones que nos permitan su montaje, nos dirigimos a ustedes solicitándoles una solución a esta situación".

La entidad estatal española propuso acordar un plazo para que le facilitara el montaje de esas instalaciones: "Transcurrido ese plazo sin entregar las preinstalaciones adecuadas, la ANEP liberará a Focoex de las obligaciones contractuales ligadas a esas instalaciones, dando por buena la recepción de los equipos entregados que obran en su poder". La fecha límite de respuesta que proponía Focoex era el 5 de julio de 1995. La carta nunca se contestó.

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