Ni jubilada ni jugadora de mus
No soy jubilada, ni soy 50, ni sé jugar al mus. Esta es la explicación que encuentro para que tanto Gas Natural como Carlos López Collado no hubieran caído en la responsabilidad de las compañías subsidiarias que realizan obras para Gas Natural.El 25 de noviembre de 1994, en la calle de J. Álvarez MendiIzábal esquina a Quintana, la citada compañía estaba realizando obras para el suministro de gas natural. Existía un agujero mal tapado con una chapa, e hice la tontería de caerme. No fui auxiliada por nadie; me levanté y me fui a urgencias. Diagnóstico: rotura de escafoides en la mano derecha y derrame en rodilla izquierda. Resultado: escayola en la mano y vendaje en rodilla. Imagen: parecía un extra de "la noche de los muertos vivientes". En el hospital puse una denuncia que fue firmada por la doctora que me atendió y ella me sugirió que lo denunciase, y lo hice ante la junta municipal. Y a partir de aquí empezó mi relación con las diferentes administraciones y compañías. La ardua persecución por conocer el estado de mi expediente dio ¡por fin! resultados: sí había obras en el lugar (la difícil respuesta, entendí, justificaba el retraso), a la vez que me remitían a diferentes empresas (subcontratas de subcontratas). Por otra parte, la vía penal seguía su curso: dos visitas a la forense. Estas gestiones las realicé yo misma, pero llegó un momento "que no supe seguir" y contacté con un abogado.
La primera información que le dieron es que "fui empujada", pero cuando accedió al expediente vio que el capataz había declarado que "no se encontraba en el lugar en ese momento". Los hechos son largos y no ha lugar relatarlos aquí. Pero sí los resultados: el tribunal ha desestimado ,la responsabilidad penal. Me queda como recurso iniciar un juicio por la vía civil, con los consiguientes gastos que, por su puesto, no puedo afrontar, sobre todo sin la seguridad de poder ganar. Mi petición se limitaba a que me abonaran los días de inhabilitación. Sólo me queda contextualizar la situación: 1. Soy socióloga, en aquel momento en paro, y en ese periodo me salió un trabajo (que no Pude aceptar). 2. Mi madre estaba en La Paz, enferma terminal (hoy fallecida) y estaba parcialmente a su cargo.
Por último, unas consideraciones como ciudadana: en la carrera estudié que toda obra tiene que estar respaldada por aseguradoras para cubrir posibles accidentes; desde luego, lo están, ¿pero para, qué? He comprobado la indefensión de los ciudadanos, porque si yo, que mas o menos conocía los trámites y tenía acceso a un abogado he obtenido estos resultados, ¿qué será del que no tenga estos recursos? Al final sólo me quedan en el tintero algunas reflexiones: 1. El coste de las obras con tanta subcontrata. 2. Hay que hacer algo gordo (no que te lo hagan) para que la justicia te tome en serio. 3. Hay que ser millonarío para poder contratar equipos como los de los actuales encausados para no quedar indefenso (por no decir otra cosa). En fin, no sé si se publicará esta carta, pero al menos me ha. servido de catarsis.-
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