El presidente polaco busca nuevo primer ministro
El presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, aceptó ayer la dimisión del primer ministro, el socialdemócrata Jozef Oleksy, que renunció la víspera después de que la fiscalía militar decidiera investigar las alegaciones de que espió para Moscú. La caída de Oleksy, que el miércoles por la noche reiteró su inocencia en un mensaje televisado a la nación, fuerza a una recomposición de la' coalición gobernante.Dos antiguas formaciones de origen comunista, la Alianza Democrática de Izquierdas (mayoritaria, a la que pertenecen Kwasniewski y el dimitido, primer ministro) y el Partido Campesino, integran el Ejecutivo polaco. La Alianza, un partido socialdemócrata, ha presentado al jefe del Estado dos candidatos a primer ministro; sus socios campesinos, uno.
La batalla por las carteras gubernamentales desatada por la caída de Oleksy puede tensar peligrosamente la frágil coalición polaca. El partido socialdemócrata amenaza a sus débiles socios con convocar elecciones legislativas anticipadas si el Partido Campesino intenta abandonar el Gobierno para buscar un acuerdo con un grupo de oposición. El nuevo primer ministro, que Kwasniewski deberá designar en un plazo máximo de dos semanas, deberá someter su Gobierno a un voto de confianza parlamentario.
En su mensaje de renuncia, Jozef Oleksy acusó a los servicios secretos polacos de haber conspirado junto con el ex presidente Lech Walesa para vengar mediante una orquestada conjura la derrota electoral de éste a manos del ex comunista Kwasniewski en las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre.
