Martínez Candial aboga por nuevas fusiones entre las cajas de ahorro
José Luis Martínez Candial, presidente honorario de Ibercaja, aboga por la fusión de entidades, ya que "el actual diseño del sistema de cajas de ahorro [integrado por 51 entidades] no es sostenible a largo plazo". En su discurso de toma de posesión como académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, el pasado jueves, Martínez Candial defendió el mantenimiento de la obra social de las cajas de ahorro, ya que supone tener "una señal distintiva frente a la competencia bancaria".
La racionalización defendida por José Luis Martínez Candial, que ocupó la presidencia efectiva de lbercaja hasta el pasado 29 de noviembre, ya se ha operado en un proceso de concentración dentro de cada autonomía, pero ahora se debería continuar el proceso con las fusiones de diversas entidades de diferentes autonomías. Esta concentración "impuesta por la racionalidad financiera" es, sin embargo, prácticamente inviable en las actuales circunstancias, puesto que la ley exige la conformidad de los respectivos gobiernos autonómicos.En el proceso de conversión en sociedades anónimas y de concentración en menos entidades, pero de mayor volumen, Martínez Candial señaló, como un argumento de peso que es preciso que las cajas puedan aumentar sus recursos propios mediante la emisión de acciones "o en su defecto cuotas participativas" y también que el Gobierno modifique la actual ley de órganos rectores de las cajas para facilitar el proceso de concentración entre cajas de diferentes comunidades.
Recursos propios
El expresidente ejecutivo de Ibercaja auguró que las cajas precisarán en breve plazo de aumentos significativos de sus recursos propios y explicó que el método previsto en la actual legislación -la emisión de títulos sin derechos políticos, como la Deuda subordinada- no ha despertado el interés de los inversores. Sin embargo, advirtió que si las 51 cajas de ahorros españolas fueran puesta a la venta, su capital valdría en torno a 4,2 billones de pesetas, lo que haría muy difícil la existencia de compradores españoles y podría significar la entrada masiva de inversores extranjeros con ánimo especulativo.
Martínez Candial hizo un extenso recorrido histórico por la evolución de, las cajas de ahorro y acabó defendiendo que éstas se conviertan en sociedades anónimas para garantizar su gestión profesionalizada, y también "como estrategia para incrementar en el futuro sus recursos propios". Martínez Candial criticó la actual situación -propiciada por la ley de cajas vigente- por haber introducido en ese mundo criterios políticos y partidistas en el nombramiento de los gestores. Esta conversión en sociedades anónimas de las cajas de ahorro. debería realizarse "por tramos" y aprovechando periodos transitorios de adaptación, así como admitiendo una mayor o menor participación en el accionariado (le la entidad fundadora de cada entidad, dada la disparidad de orígenes de las cajas", según explicó el economista, presidente también de la Sociedad Española (le Banca de Negocios.
Martínez Candial se mostró firme partidario de la preservación de la Obra Social de las cajas, "sería injusto e inútil desamnortizar el capital social de las cajas". Aunque el nuevo académico reconoció que la creciente importancia económica de estas entidades y la reducción de sus beneficios, consecuencia de la caída de los márgenes y el alza e los impuestos está restando importancia a la función social de las cajas de ahorros.
Con el fin de preservar la Obra Social, Martínez Candial propuso que se creen fundaciones que asuman los activos destinados a estas actividades de tipo social y que se reduzca la presión fiscal a la que están sometidas las cajas, hasta situar su tributación en un máximo de un 15% de los beneficios que sean capaces de generar. Los beneficios en el mundo de las cajas significan, según Martínez Candial, el sistema para aumentar sus recursos propios y advirtió que la fiscalidad elevada sobre las cajas repercute directamente sobre los fondos que las entidades destinan a su obra social.
