Los secesionistas capturan a 30 obreros de la central térmica de Grozni
Los guerrilleros independentistas capturaron ayer en una nueva y osada operación en Chechenia a una treintena de rehenes, trabajadores de la central térmica número dos de Grozni que abastece de electricidad a las fábricas y calefacciones de varios barrios de la capital de la república norcaucásica. Según las autoridades locales, si los especialistas no son liberados la central quedará paralizada.Los milicianos partidarios del presidente checheno rebelde, Dzhojar Dudáiev, penetraron de madrugada en el barrio de Zavadskoie, que se encuentra a unos tres kilómetros del centro de Grozni, y obligaron a los especialistas de la central a subir a un autobús, que partió en dirección desconocida. Lo incomprensible es cómo los guerrilleros, pudieron: pasar los numerosos puestos de. control que hay en la capital chechena -reforzados desde que el lunes estalló en el centro de la ciudad una potente bomba- sin que los soldados sospechasen nada.
Las tropas del Kremlin bloquearon la zona adyacente a Grozni, ya que segun las últimas informaciones los trabajadores de la central se encuentran en una aldea de los alrededores.
Bloqueo energético
Mientras, Iván Lazokenko, director general de Yugenergo, empresa con sede en Stávropol que abastece de electricidad a todo, el sur de Rusia, amenazó ayer con imponer "un total bloqueo energético" a Chechenia si los rehenes tomados por los guerrilleros no son liberados en los próximos dos días.Otro grupo de rebeldes independentistas fue aniquilado ayer, según el Servicio Federal de Seguridad, cuando trataba de cruzar el río Térek, que en esa zona separa a Chechenia de Daguestán, en ayuda del comando de lobos solitarios de Salmán Radúiev, que por segundo día consecutivo resistía a las tropas rusas en Pervomáiskoie. Cerca de 150 guerrilleros perecieron, según los rusos, cuando los aviones del Kremlin los bombardearon a unos 4,5 kilómetros al norte de ese pueblo fronterizo.
Tres bombas también cayeron al amanecer en un suburbio de Grozni, claramente por equivocación, dañando varias casas. Las agencias no informaron de muertes, pero sí hay heridos.
En Moscú, Grigori YavIinski, líder del grupo reformista Yábloko, divulgó un documento en el que condena la toma de rehenes por el comando de Radúiev y, al mismo tiempo, critica enérgicamente las acciones de las autoridades rusas, que "una vez más demostraron lo que ya es evidente: su incapacidad para dirigir el país". Por ello Yábloko reafirma su decisión de hacer todo lo posible para que tanto el presidente Borís Yeltsin como el primer ministro Víktor Chernomirdin "sean apartados del poder por métodos constitucionales". Tanto Estados Unidos como Alemania han expresado preocupación por la crisis y recomendado contención al presidente Yeltsin.
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