"Muchas de las cosas que se van a descubrir ni se pueden predecir"
Barbara Jones, británica afincada en Estados Unidos, sería ahora enfermera, maestra o secreta ría si hubiera seguido los consejos de sus profesores de instituto Pero no lo hizo; se empeñó en la astrofísica, y además en el área de instrumentación. Hoy, con 47 años, es una de las pocas mujeres que trabajan en este campo a caballo entre la investigación y la ingeniería. Es catedrática de la Universidad de California en San Diego, árbitro de artículos de la prestigiosa revista Astrophysical Journal y supervisora de propuestas de la NASA y otros organismos. Y es también la madre de un detector de luz infrarroja que proporcionará al telescopio gigante Keck, instalado en Hawai, una nueva forma de observar el universo. "Podemos estudiar mejor el centro de nuestra galaxia, ver cómo nacen las estrellas, estimar en cuántas de ellas podría haber discos de polvo -en los que podría haber planetas, en los que podría haber vida...-", dice. Jones asistió a la Escuela de Invierno organizada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Pregunta. ¿Sigue habiendo desproporción entre el número de mujeres y hombres en ciencia?
Respuesta. En biología parece que no, pero en física, y sobre todo en ingeniería, hay muy pocas mujeres. No creo que tenga nada que ver con las habilidades femeninas, sino con la presión social. Y se tardará mucho en superarla. Por ejemplo: menos del 10% de mis alumnos son mujeres, y al principio eso impide que se sientan cómodas preguntando en clase. Con los profesores hombres es aún más difícil, y eso acaba desanimándolas o haciendo que acaben peor preparadas Es una especie de discriminación invisible.
P. ¿Está entonces a favor de la discriminación positiva?
R. Sin duda, porque ha habido mucha de la negativa. No ha sido mi caso, salvo anécdotas puntuales, y me considero una afortunada excepción. En los últimos 15 años se avanzó bastante, pero, eso hizo creer que ya se había llegado a una buena situación y de nuevo las cifras se han estabilizado.
P. ¿Cuáles han sido los principales avances en instrumentación astronómica?
R. Las mejoras en instrumentación han sidom paralelas al aumento en el tamaño de los espejos de los telescopios. Creo que los principales logros vienen de la óptica adaptativa (mecanismos que logran mayor nitidez en la imagen corrigiendo el efecto de la turbulencia de la atmósfera) y de los detectores de luz infrarroja. En sólo 10 años, la instrumentación para el infrarrojo ha cambiado la forma de hacer astronomía, nos permite observar objetos que antes eran invisibles porque no brillan en el sentido clásico, sino que sobre todo emiten calor. Y si encima estos detectores, cada vez más sensibles y con mejor resolución, se instalan en grandes telescopios... Muchos de los descubrimientos que se harán ni siquiera se pueden predecir, y eso es lo más excitante.
P. De todas formas, ¿puede poner un ejemplo?
R. La formación estelar. La estrellas nacen en nubes de polvo que son opacas, o sea, que en la luz de longitud de onda visible (la que detecta el ojo humano) no se ve lo que pasa dentro. Por eso sabemos mucho de estrellas ancianas y de mediana edad, pero muy poco de las más jóvenes. El infrarrojo nos proporciona una oportunidad única de estudiarlas. Espero que dentro de 10 años sepamos por qué en unas regiones se forman estrellas y en otras no, cuando son aparentemente iguales; o por qué unas nubes producen estrellas muy masivas que brillan mucho, pero viven muy poco tiempo, y en otras, en cambio, nacen las estrellas como el Sol.
P. ¿Cómo es el instrumento que ha construido para el Keck?
R. Tiene un nombre muy poco romántico, LWS (Long Wavelength Spectrometer), y trabaja en el infrarrojo medio (detecta luz de una longitud de onda de entre 5 y 25 micras). Es el primero de toda una nueva generación de detectores para grandes telescopios y, desde este punto de vista, sí, tiene muchas ventajas respecto a otros instrumentos similares. Lo instalamos en septiembre, después de estar cuatro años trabajando en él, pero aún no ha registrado ningún dato. Estamos poniendo todo a punto, y de hecho es la primera vez que lo dejo solo. ¡Estoy gastando una fortuna en teléfono!
P. Los grandes telescopios que están en construcción, ¿dejarán inutilizados a los más pequeños?
R. No debería ocurrir así, porque son esenciales para el aprendizaje y para hacer observaciones antes de pasar a los grandes telescopios; son instrumentos complementarios. Pero es cierto que muchos se cerrarán, simplemente porque no hay presupuestos para construir los más grandes y mantener al mismo tiempo los actuales. Ya ha ocurrido en Estados Unidos, y por eso hay quien no siente simpatía por los nuevos proyectos. Yo creo que, si se quiere avanzar, son necesarios.
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