Abrir una farmacia
Somos un grupo de farmacéuticos de Madrid que llevamos anos intentando abrir una oficina de farmacia, sin conseguirlo, para dar un servicio a la sociedad, y no podemos ejercer nuestra profesión en la modalidad más genuina. Ello se debe a la normativa arcaica que existe- para poder abrir una farmacia y que, además de atentar contra la libre competencia, ser inconstitucional y no cumplir normas europeas, convierte a los poseedores de oficinas de farmacia en la actualidad en jueces y parte a la hora de aprobar las nuevas aperturas.Aparte de reclamar este derecho del libre establecimiento y apertura de oficinas de farmacia, que esperemos tomen nota los partidos políticos por el bien social que supondría, quisiera llamar la atención a algunos colegas que ya disponen de farmacia y que no realizan la labor sanitaria y social que supone esta profesión. Algunos, digo algunos, se han dormido en los laureles y han perdido hasta la educación y la moral, como he podido experimentar al visitar algunas farmacias. Es claro que con una mayor competencia estos casos desaparecerían, porque deberían despertar para, no perder a los clientes que ahora acuden a su farmacia por obligación, ya que la más próxima está lejos se trata de y personas con problemas de desplazamiento.Quiero insistir en que con la liberalización de las oficinas de farmacia se realizaría una labor social mejor que la que se viene haciendo actualmente, sirviendo mejor a una sociedad que lo necesita; ahora bien, con un control a base de una inspección efectiva, no como la actual, y que ayude a dar ese servicio sanitario y social en las mejores condiciones. Además se crearán alrededor de 60.000 puestos de trabajo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.