La multinacional estadounidense AT&T anuncia anuncia el despido de 40.000 trabajadores

La multinacional AT&T, el gigante de las telecomunicaciones estadounidense, abrió ayer el año con un programa de reducción de empleo que afectará a casi 40.000 de sus empleados de niveles medios y altos. El ajuste afecta al 13% de su plantilla. Esta medida ha sido adoptada tras fracasar el plan de bajas voluntarias previsto en el proceso de reestructuración de la compañía. La filial española no está afectada por estas medidas.

Se trata de "el paso más difícil y doloroso que hemos tenido que tomar en nuestro proceso de reestructuración", según Robert E. Allen, presidente de la compañía. La dirección de AT&T reconoce de esta forma el fracaso de su plan de bajas voluntarias, un plan elaborado en noviembre del año pasado, dos meses después del anuncio de la división de A T & T en tres compañías distintas para abordar mejor los distintos sectores del negocio de las telecomunicaciones.En el anuncio de AT&T de ayer se contempla el despido forzoso de 30.000 empleados y la salida voluntaria de más de 6.500, que se concretarán en el cierre de algunos centros y la reducción de las plantillas de ejecutivos y administradores. Otros 4.000 que trabajan en divisiones que desaparecen con la reestructuración podrían acomodarse en las nuevas unidades.

El 70% de los despedidos dejarán el puesto de trabajo a lo largo de 1996 y el resto lo hará en los próximos tres años. La decisión confirma la tendencia de despidos apuntada en el proceso de fusiones de la economía norteamericana, desde la banca hasta la unión de grandes empresas como Boeing y MacDonnell Douglas, cuyas plantillas suman 185.000 empleados antes de culminar la fusión.

La mayor parte de los despidos forzosos afectan a la plantilla de la empresa en Estados Unidos, pero en las previsiones de AT&T se contempla también reducir la dimensión de algunas operaciones internacionales como la canadiense Unitel. "No vamos a anunciar todavía los detalles porque queremos que nuestros empleados y clientes lo sepan primero, pero la inmensa mayoría de los recortes se producirán en EEUU", según Eileen Connolly, portavoz de la empresa.

En el plan de noviembre, el más ambicioso proyecto de despido incentivado formulado por una gran empresa en EE UU, se ofreció a 72.000 de los 303.000 empleados una serie de compensaciones por abandonar voluntariamente la compañía. El 29 de diciembre, último día hábil para acogerse al plan, solamente 2.600 personas lo habían aceptado debido al escaso atractivo de las compensaciones, un elemento introducido conscientemente por la dirección de la compañía a la luz de anteriores experiencias: en 1989, cuando 12.000 empleados -entonces, el 10% de la empresa- accedieron a dejar su empleo a cambio de una bonificación del 15% del valor de sus pensiones, AT&T perdió valiosos cuadros y directivos.