Hallado en Ibiza el cadáver de una joven de 19 años desaparecida hace 22 días
El cadáver acuchillado de Mónica Juan Roig, de 19 años, fue hallado en una zona agrícola de la isla de Ibiza el pasado día 31 de diciembre, 22 días después de su esaparición. El cuerpo de la joven fue descubierto casualmente por un agricultor bajo un olivo, escondido entre el matorral y las hijuelas del árbol.Mónica presentaba signos e haber sido asesinada con arma blanca y en el cuello tenía un gran corte que casi separaba la cabeza del tronco. Las primeras impresiones no revelan que la joven sufriera agresiones sexuales. Dado el avanzado estado de descomposición del cdáver, fuentes cercanas al caso han aventurado que el crimen se perpetró el mismo día de su desaparición. La juez encargada del sumario ha decretado el secreto de la investigación.
La policía sigue trabajando con la hipótesis de que el asesino de Mónica pertenecía a su círculo de amistades. El hallazgo casual del cuerpo de la víctima se produjo cuando ya se había paralizado prácticamente -por desánimo y falta de resultados- una intensa labor de búsqueda en toda la isla por parte de policías y numerosos voluntarios y amigos. El cadáver fue encontrado en una zona agrícola de Jesús, en el municipio de Santa Eulàlia, a un kilómetro del casco urbano de la capital de Ibiza y a apenas 15 del domicilio de la víctima.
El lugar no es de paso -para llegar allí hay que ir a pie o en moto- y se supone que el presunto asesino trasladó el cuerpo en brazos. En el suelo de los alrededores no había rastros de sangre, y en la suela de los zapatos de la asesinada no se apreciaban indicios de tierra o hierba de la zona, por lo que se cree que el crimen se cometió en otro lugar.
Uniformada de árbitro
Mónica desapareció el pasado 9 de diciembre por la noche. Cuando fue raptada por quien posiblemente le causó la muerte llevaba el uniforme de árbitro de fútbol sala, con camiseta federativa, pantalón largo de deporte y zapatillas blancas. Mónica había dejado de estudiar y el arbitraje era su ocupación habitual los fines de semana. Muy conocida en los ámbitos deportivos, la joven era hija del utillero del equipo de fútbol local, un agricultor humilde muy popular.Lo primero que hizo suponer que la desaparición no había sido una huida premeditada fue que la pequeña motocicleta que Mónica usaba siempre había sido inutilizada rompiendo la conexión del motor y el sistema eléctrico. La joven había dejado aparcada la moto en una plaza del pueblo, cerca del bar que visitó en el último instante en que fue vista con vida, en compañía de un árbitro. Se cree que algún conocido maquinó la avería de la moto y se ofreció a llevarla a casa.
Antonio Juan, padre, de la víctima, manifestó ayer tras reconocer el cadáver: "A mi hija la cogió un carnicero sin escrúpulos", y luego confesó que desde el primer día sospechó que el final de este suceso sería un asesinato. Durante el último mes, la familia logró movilizar al vecindario y a los sectores deportivos de la isla.
Una de las líneas de trabajo de los investigadores se centra en las posibles relaciones sentimentales de Mónica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.