Kohl advirtió a Aznar que España no debe cambiar unilateralmente el servicio militar
, El canciller alemán, Helmut Kohl, advirtió al presidente del Partido Popular, José María Aznar, que España no debe modificar unilateralmente el servicio militar, durante una cena privada que ambos mantuvieron en Madrid el pasado día 14. Aznar se mostró de acuerdo en que España, Alemania, Francia e Italia, los cuatro grandes países europeos que mantienen el reclutamiento forzoso, deben coordinar cualquier reforma de su modelo. Pese a ello, el PP incluye en su programa electoral la reducción de la mili a seis meses y un sueldo de 30.000 pesetas al mes para los reclutas.
Durante la cena que mantuvieron en el restaurante madrileño Casa Lucio, en vísperas de la cumbre de la Unión Europea en Madrid, Kohl explicó a Aznar que el caso de España es muy diferente al de Bélgica, Holanda, Dinamarca o Portugal, países que se han decantado ya por un ejército profesional y avanzan con distinto ritmo hacia la supresión del reclutamiento forzoso.España, argumentó el canciller alemán, es uno de los cuatro grandes países europeos, junto con Alemania, Francia e Italia, que mantiene el modelo de Ejército mixto, que conjuga soldados de reemplazo con profesionales, ya que el quinto socio importante de la UE, el Reino Unido, tiene una tradición de profesionalidad total.
En opinión de Kohl, si cualquiera de estos cuatro países modificara sustancialmente su servicio militar, desencadenaría un proceso que acabaría afectando a los otros tres, por lo que los gobiernos de Madrid,' París, Roma y Bonn deben renunciar a reformas unilaterales y coordinarse antes de dar un paso que sería irreversible.
Chirac aparca su promesa
Aznar, que acudió a la cena con Kohl acompañado por su esposa, Ana Botella, estuvo de acuerdo con el planteamiento que le expuso su interlocutor, según las fuentes consultadas.
España es el país de los cuatro citados por el canciller alemán con una mili más breve, de nueve meses de duración. En Italia dura un año, igual que en Alemania, donde mañana entrará en vigor una reforma para reducirla a 10 meses. '
Aunque el presidente francés Jacques Chirac prometió durante su campaña electoralestudiar la reducción del servicio militar a un semestre, la propuesta está aparcada en una comisión de expertós y, de momento, no hay ninguna previsión para rebajarlo a menos de los 10 meses. Se da la circunstancia de que fue el anuncio de Chirac de estudiar una mil¡ de seis meses el que llevó al PP a proponerla en España.
Sin embargo, el programa con el que Aznar comparecerá a las elecciones generales del 3 de marzo incluye la promesa de reducir la mil¡ de nueve a seis meses, en el marco de una progresiva profésionalización de la tropa. El programa electoral no señala ningún plazo para cumplir esta promesa, lo que supone que debería realizarse a lo largo de la legislatura, que concluye en marzo del año 2000.
El propio Aznar, en declaraciones a Europa Press, se mostró ayer muy cauto sobre la reducción de la mil¡ a seis meses. Tras señalar que es "una fór-mula posible", dijo que, "en función del control de gasto público, podrá hacerse más o menos rápido. Espero poder hacerlo", concluyó, "en la primera legislatura".
Para compensar al Ejército por la rebaja en un tercio de la duración de la mifi, que supone reducir en la, misma proporción la tropa de reemplazo, el programa del PP promete aumentar los soldados y marineros profesionales en un 20%, pasando de los 50.000 previstos en la Ley de Plantillas de las Fuerzas Armadas hasta 70.000.
Con este aumento, el PP pretende la profesionalización total del Ejército del Aire y de la Marina, así como de la Fuerza de Acción Rápida del Ejército de Tierra, evitando así lapresencia de soldados de reemplazo en las unidades que se desplazan fuera de España para misiones internacionales.
El canciller Koffl no es la única persona que ha transmitido al PP su inquietud por la anunciada reducción de la mifi. Altos mandos del Ejército de Tierra, el más afectado por la medida, han transmitido al PP su oposición a la misma, argumentando que el modelo vigente aún no está consolidado y que una nueva reforma no sólo obligaría a revisar todos los planes a medio plazo, sino que pondría en peligro la cobertura de las unidades, al conjugarse con la caída de la natalidad y el auge de la objeción.
Por su parte, el PSOE decidirá a mediados de enero si incluye en su programa electoral alguna promesa sobre la mili. El coordinador del programa, Joaquín Almunia, ha recibido ya documentos del Ministerio de Defensa y de expertos de su grupo parlamentario que abogan por mantener el modelo mixto y no reducir la mii¡.
Sin embargo, esta opinión no es compartida por las Juventudes Socialistas y por la mayoría de los militantes, que defienden un Ejército profesional. Las fuentes consultadas consideran improbable que el PSOE haga una oferta espectacular, pero dan por casi seguro que el programa incluirá la reducción a nueves meses de la prestación sustitutoria de los objetores, que ahora dura 13 meses, para igualarla a la mili.
Una reforma que cuesta 50.000 millones
, El coste de las dos medidas prometidas por el PP, el pago de 30.000 pesetas mensuales a los reclutas y el aumento hasta 70.000 de los soldados profesionales, varía sustancialmente según el ritmo de aplicación. Si ahora se pagasen 30.000 pesetas mensuales a los 140.000 soldados de reemplazo que hay, harían falta 4.200 millones al mes, 50.400 millones al año, frente a los 10.189 de 1995.
Sin embargo, si las 30.000 pesetas no se pagan hasta final de siglo, cuando está previsto que sólo haya 80.000 soldados de reemplazo; si el PP reduce dicho número a 60.000, en coherencia con el aumento de 20.000 profesionales; y si no paga durante los dos primeros meses de mili, dedicados a la instrucción básica, la cifra es muy, inferior: 14.400 millones, unos 4.000 millones más que ahora.
Mucho más caro es el incremento de la tropa profesional. El coste de cada soldado profesional está entre 1,3 y 1,5 millones de pesetas anuales, por lo que aumentarlos en 20.000 cuesta de 26.000 a 30.000 millones al año. El problema radica en que las Fuerzas Armadas no tienen hoy los 50.000 soldados profesionales previstos en la ley de Plantillas, sino sólo 31.500, que han costado 45.000 millones en 1995, ya que las restricciones presupuestarias de los últimos años. han llevado a Defensa a aplazar la consecución de este objetivo hasta el 2002.
Por tanto, si un Gobierno del PP quisiera acabar la próxima legislatura con 70.000 profesionales para reducir la mil¡ a seis meses tendría que aumentar los efectivos no sólo en 20.000, sino en 38.500, a razón de casi 10.000 nuevos soldados al año, frente a los 3.500 que se incorporan ahora. Por tanto, dentro cuatro años, en el 2.000, harían falta entre 91.000 y 105.000 millones de pesetas para pagar a la tropa profesional, de 46.000 a 60.000 millones más que ahora.
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