Desconcierto
El mercado de valores español seguía ayer bajo los efectos del desconcierto que provocó el miércoles la actuación de un solo vendedor. El índice recuperó una parte de las pérdidas, pero era evidente que existía cierto temor ante la posibilidad de que saliera más papel. La labor de los cuidadores, que el miércoles no supieron reaccionar, fue radical en los primeros momentos, pero después se impuso la desconfianza y los precios tuvieron problemas para mantener su altura.Mientras tanto, el mercado de deuda continuaba marcando precios máximos y la peseta obtenía el mejor cambio medio del año frente al marco, circunstancias que los inversores pasaron por alto ante la presencia de un problema más importante. Si alguna lección se ha sacado de esta situación ha sido la de la enorme vulnerabilidad de la Bolsa española ante la actuación de un gran inversor. El lado positivo ha estado en la labor de los operadores, la mayoría de los cuales ejecutaron las órdenes de venta buscando el mejor precio para el cliente y no el peor como, al parecer, se pretendía. La apertura a la baja de Wall Street colaboró para darle a la sesión cierto tono de impotencia. El índice de Madrid ganó un 1,42% y el Ibex 35 subió el 1,75%.