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Reportaje:SILVICULTURA: REPOBLACIÓN FORESTAL

La fertirrigación, una técnica para la reforestación veloz

La receta básica para conseguir árboles enanos (los bonsai) es bien conocida: se administran a la planta nutrientes y agua en ínfimas raciones, suficientes para que se mantenga viva, ralentizando al mínimo su ritmo de crecimiento; y al cabo de unos cuantos años se tiene un árbol en miniatura. Ahora bien, de invertirse la pautas de esta fórmula, ¿se podrían acelerar los ritmos biológicos y crear árboles de crecimiento rápido?La respuesta es un sí rotundo. Ese método existe y ha sido probado en el marco del Plan Regional de Investigación de la Comunidad de Madrid, con el resultado de que la velocidad de desarrollo de las plantas en vivero se ha duplicado, o, lo que es lo mismo, ha permitido reducir a la mitad el tiempo necesario para trasplantar los futuros árboles al terreno.

Acortar los plazos de producción en vivero adquiere un atractivo especial de cara a las circunstancias actuales, donde las necesidades planteadas por el Plan Nacional de Reforestación exigen para los próximos cinco anos un, volumen, enorme de plantas para reforestar un millón de hectáreas), difícil de asegurar cn los. ritmos de cultivo vigentes en los viveros. De aquí el interés que revisten las nuevas. tecnologías que ayuden a cumplir las metas del plan.

Fertirrigación, tales el nombre de la técnica que aspira a atender. esa demanda, formado a partir de dos conceptos: fértilzación e irrigacion. Dos prácticas que se funden en una sola desde, el. momento en que se suministra el fertilizante mediante el riego por goteo. Una tecnología cuya autoría se atribuye a los israelíes, pero que nació de forma paralela, 20 años atrás en Almería y Canarias, donde los agricultores lidiaban con condiciones similares a las de Israel: tierras aquejadas por la salinidad, la escasez de agua y la desertificación.

Suministrando a los cultivos él agua precisa mezclada con cantidades exactas de fertilizante se evitan, además del derroche de líquido, las pérdidas de abono que apareja su esparcimiento al uso tradicional, que termina por filtrarse y contaminar los acuíferos. A través de tuberías que llevan la ración diaria a la planta, los cultivos, como alimentados "por biberón", multiplican sus rendimientos: en Almería, la producción de tomate fertirrigado en invernadero alcanza las 150 toneladas por hectárea, frente a las 30 toneladas que se obtienen con las pautas de siempre.

Sin embargo, hasta hace pocos años la fertirrigación permanecía confinada a la agricultura intensiva. Ha sido mérito de Carlos Cadahía, catedrático de Química Agrícola de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y su equipo integrado por los doctores Eymar, López y Sánchez, que su aplicación haya pasado al ámbito ornamental y forestal, primero en las instalaciones del campus universitario de Cantoblanco, y posteriormente en los viveros de la Comunidad de Autónoma de Madrid (CAM).

"La fertirrigación sirve para todo tipo de plantas", afirma Cadahía, con 12 años de experiencia de Almería con la fertirrigación, no siendo su menor ven taja el mínimo impacto ambiental: "Además el ahorro en abono y agua, el goteo de nitratos diluidos actúa contra la salinización del terreno, tanto porque mantiene una humedad constante que impide la concentración de la sal, como porque los nitratos bloquean la absorción de cloruros por la planta"; pero el mayor de sus atractivos lo brinda "la fertilización racional, que sincroniza día a día la aplicación de abono con las necesidades nutritivas de la planta".

"En coníferas hemos doblado la velocidad de crecimiento promedio", comenta Cadahía y detalla: "En arizónicas, que son coníferas comunes para setos de jardinería, logramos que alcance 1,4 metros de altura en un año, cuando la norma son 80 centímetros en igual tiempo; en cedro, 1,7 metros en dos años, frente a una pauta de 1 metro; en pino piñonero obtuvimos 1,8 metros de altura en tres años, mientras que en un vivero, tradicional lleva cinco años que crezca 1,5 rnetros".

El antecedente ilustre de la fértirrigación es la hidroponia, aquel método de cultivo de vegetales qué utilizaba el agua como sustrato y medio de alimentación en el que se diluían los nutrientes para la planta. Hoy la hidroponia constituye un paso inicial de la fertirrigación como medio de ensayo para determinar en pequeña escala las concentraciones óptimas de abono para una planta concreta, antes de disponer su cultivo. Establecida así la dosificación requerida, se introduce en un programa informático que regulará el aparataje compuesto por los ordenadores, los dosificadores de fertilizante, el cabezal de riego y el sistema de tuberías de plástico que alimenta por goteo a las plantas.El programa, que se controla cada semana, estipula la cantidad de fertilizante, el tiempo y la frecuencia de riego. En él asimismo constan los datos relativos a la humedad del suelo y la luz ambiental, indicador del nivel de fotosíntesis (a más luz, hay qué echar más agua y más nutrientes; a menos luz, viceversa). Todo al servicio de una meta central: dar a la planta lo que necesita día día.

La comparación con el cultivo de bonsai, totalmente artesanal, contrasta el carácter tecnológico-intensivo de la fertirrigación. No obstante, Cadahía ásegura que, aunque "la infraestructura es costosa, la inversión resulta muy rentable puesto que dura muchos años". Basta con muy escaso personal para atender la maquinaria. Para todos los cultivos valen los mismos nutrientes, en distintas cantidades y estaciones del año. La filosofía dietética, por así decirlo, que inspira a la fertirrigación es la de "no dara la planta de comer por comer, sino ofrecerle una alimentación equilibrada".

Anillo Verde

La fertirrigación aplicada a la reforestación tendrá su prueba de fuego en el Anillo Verde de Madrid. Este proyecto de la CAM, ya en marcha, prevé la plantación de 12 millones de árboles en 21.000 hectáreas de, suelo no urbanizable de los municipios de la autonomía madrileña. Las primeras plantas cultivadas con fertirrigación se trasplantarán a fincas de la CAM en la próxima primavera, adelanta José Luis García Valdecantos, responsable del área forestal dentro del órgano de Gestion de Fincas Agrarias de la CAM. "Se trata de una técnica de poco coste de aplicación y con resultados francamente notables", dice, "que a nivel experimental ha permitido ganar uno y dos años de cultivo en vivero".Valdecantos quiere que la fertirrigacion, hasta ahora limitada a árboles ornamentales, extienda sus beneficios a las plantas para repoblación, áreas donde se choca con "dificultades para conseguir ejemplares suficientes de especies como enebro, sabina. y encina". Si la tecnología pergeñada por Cadahía y adoptada por los viveros públicos y privados de Madrid satisface esta demanda, la fertirrigación quedará inmejorablemente situada para jugar un papel clave en la reforestación de toda España.

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