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PATRIMONIO

Un debate pide un frente popular contra la actual decoración urbana

El Club de Debates Urbanos se reunió el miércoles en torno a los despropósitos monumentales. Del encuentro salió la propuesta desde el público de impulsar la "defensa de Madrid frente a los ultrajes municipales en urbanismo y monumentos". Los ponentes, arquitectos, historiadores y artistas, no sólo abominaron de los chirimbolos, sino que hicieron inventario crítico de las últimas estatuas inauguradas.

La idea surgió del público asistente al debate en el Círculo de Bellas Artes (acudieron más de un centenar de personas). Algunos de los que intervinieron expresaron un sentir aplaudido por el resto: su deseo de que el club en la mesa de ponentes por el arquitecto Ricardo Aroca y portavoz del Club de Debates, el historiador Pedro Navascués, el pintor Juan Genovés y los arquitectos Antón González Capitel y Javier Maderuelo, ejerza con mayor fuerza la defensa de la ciudad ante lo que consideran atropellos y pegotes. Por parte municipal acudió Álvaro Martínez Novillo, director del Centro Cultural Conde Duque, quien aguantó el chaparrón sin comprometerse con el Ayuntamiento ni con el público.Una asistente, que dijo vivir en Madrid desde hace diez años, cuando se trasladó desde Barcelona, aseguró que así como ha visto la "degradación" paulatina de la capital, la ciudad catalana había mejorado su entorno sensiblemente. No fue la única vez que Barcelona se nombréó en el encuentro. Los asistentes se referían a ella como ejemplo para las autoridades municipales madrileñas.

Sin embargo, también hubo tiempo para entonar un mea'culpa: el público coincidía en que los madrileños apenas se mueven por salvar su ciudad "Desde el club deberíamos enterarnos antes de proyectos como el de los chirimbolos y ejercer más presión; así la próxima aberración se la pensarían dos veces". El arquitecto Ricardo Aroca, que asentía, tomó nota de estas propuestas. El monumento a La Violetera, frente al Círculo de Bellas Artes, fue vilipendiado con virulencia. Las memorias de Argüelles (calle de la Princesa esquina a Quintana), Alonso Martínez (en la plaza de su nombre), don Juan de Borbón (en el parque Juan Carlos I) o Benjamín Palencia no merecen, según los ponentes, el "ultraje" de verse representada en monumentos "ridículos", con pedestales que parecen "barras de hielo". También fue recordada la "imaginería propia de Walt Disney en las esculturas de Arturo Soria o en la plaza de la República Argentina". El baile de monumentos ocupó gran parte del debate: "trasladan las fuentes y las estatuas sin pudor hacia el entorno", señaló el historiador Navascués.

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