Moral de hielo

Tienen más ceros que Bart Simpson. Así resume un aficionado del Club de Hielo Gasteiz de Vitoria la trayectoria de su equipo en la primera división del hockey hielo español. No le falta razón: hasta hace unas semanas no había logrado un mísero punto desde 1991. Hoy tiene puntos, pero sigue sin ganar. La hazaña se produjo en la primera jornada de la liga de esta temporada. La pista del Txuri Urdiñ en San Sebastián estaba llena de agua, no se congeló a tiempo para el partido, y la federación dio los dos puntos al Gasteiz. Pero éste es su año. Sin duda. En la segunda jornada, el Jaca derrotó al Gasteiz (8-3), pero alineó a un jugador que estaba sancionado. En el reducido mundillo del hockey hielo todos están helados: ¡el Gasteiz tiene cuatro puntos! Un escaso botín para un club que aglutina a 84 chavales, que pagan 27.000 pesetas anuales por pertenecer al equipo. Al menos dejan de pagar cuando llegan a la primera división.Hasta lograr las gestas recientes el club ha soportado mil penurias y 54 derrotas consecutivas. Cabizbajos, los jugadores, se han ido fugando en masa y al presidente, Tony Vera, no le quedó más remedio que suspender toda relación con los medios de comunicación locales y regionales hace dos años: "No podía estar domingo a domingo diciendo que habíamos perdido; pasaba unos apuros enormes". Vera, que asegura haber invertido "no uno, sino varios millones" de su bolsillo, comprobó que el mejor marketing para el club era su silencio. "Al público no se le puede vender un deporte que además de ser minoritario no promociona la ciudad, más bien todo lo contrario", apunta el presidente, cuyo único oxígeno es su pasión deportiva.

El Gasteiz soporta con algunas subvenciones oficiales tres equipos en categorías inferiores y una escuela. Desde su fundación en 1986, ha sufrido numerosas embestidas. "Como no ganamos no conseguimos esponsor; como no tenemos esponsor no podemos fichar extranjeros; y como no tenemos extranjeros llevamos cuatro años sin ganar un partido", dice el presidente, que ya no sabe qué inventarse para mantener la moral.

Sin embargo, el presidente se muestra tajante al definir a su equipo. Espeta sin rubor: "Tenemos muy buenos jugadores, varios son internacionales y nuestros equipos cadetes y juveniles han sido campeones, pero sin extranjeros ... ¡buf!". El Gasteiz tiene un presupuesto de seis millones de pesetas, frente a los 20 millones que invierten sus rivales. Con ese dinero tiene que hacer frente a los gastos que genera la liga -con viajes de ocho horas hasta Puigcerdá sin un hotel donde dar una cabezada- y los aparatosos equipajes de los jugadores. Los artilugios de un jugador ascienden a 280.000 pesetas y los del portero a 450.000.

A Vera le queda el consuelo de no recibir grandes goleadas. La mayor fue un 23-2 en Jaca hace tres temporadas. Y es que al Gasteiz le sobra tiempo. En un deporte de gran exigencia física, donde los equipos se ven obligados a utilizar hasta 20 o 22 jugadores por partido, el Gasteiz sólo tiene 12. Llega al último tramo con la lengua fuera. Y el corazón partido: "Es muy difícil aguantar tanta desesperación. Al menos, como sólo hay una categoría nunca descendemos".