PP expedienta a 10 cargos públicos de Zamora por ir a una cena 'renovadora'

La dirección regional del PP en Castilla y León ha ordenado la apertura de un expediente disciplinario por falta grave contra 10 cargos públicos del partido en Zamora, entre ellos el senador José Emilio Aguirre y el presidente de la Diputación Provincial, Antolín Martín. Junto a otros siete diutados provinciales y una concejal del Ayuntamiento de la capital, asistieron a una, cena organizada por el autodenominado, grupo renovador desafiando la expresa prohibición transmitida días antes por el secretario regional Jesús Merino.

Se ha cumplido la advertencia del dirigente regional, en el sentido de aplicar la disciplina estatutaria por desoír su mandato y formar corrientes de opinión dentro del partido (lo que se considera falta muy grave, que lleva consigo desde la expulsión a la suspensión temporal y la inhabilitación).Los afectados han recibido una comunicación del comité regional de conflictos sobre la apertura del expediente y el nombramiento del parlamentario salmantino Gonzalo Robles Orozco como instructor. Robles ya tiene experiencia en conflictos internos, después de intervenir en el caso de Morano Masa en León.

Los expedientados, entre los que figura el vicepresidente segundo de la Diputación, José Bahamonde, insisten en que no temen las consecuencias dé la medida disciplinaria porque, aseguran, no hay nada malo en la asistencia a "una cena de amigos" en la que no hubo alusiones contrarias al partido, "sino de apoyo constante al presidente nacional, José María Aznar, y al regional, Juan José Lucas".

El senador Aguirre, al que juzgará el comité regional de conflictos por, razón de unidad de expediente, ha reconocido su postura "obediente" ante la decisión adoptada por los órganos regionales y ha añadido la necesidad de mantener "un orden" dentro del partido, según declaró a la emisora Radio Popular.

Fuentes del Partido Popular han recordado que, aunque reglamentariamente no esté claro, desde el punto de vista políticola apertura del expediente, y su tramitación (entre uno y tres meses) podría ser el adiós del senador a sus aspiraciones a repetir candidatura en las elecciones de marzo.

Los cargos expedientados acudieron a una cena renovadora organizada en el pabellón de deportes de Corrales del Vino (20 kilómetros al sur de Zamora) el 2 de diciembre. Asistieron más de un millar de personas, aunque muchas no eran militantes del PP. El encuentro gastronómico-festivo era el acto final de una serie de reuniones auspiciadas por la Diputación en diferentes comarcas y que, dee manera más o menos encubierta, buscaban la consolidación de apoyos a los autodenominados renovadores.Este es el grupo en el que convergen intereses de críticos con la dirección, de los políticos del sindicato agrario ASAJA (el senador Aguirre es el presidente provincial) y otros descontentos.

Origen de la crisis

El origen inmediato de la crisis interna del PP en Zamora se sítúa en las pasadas elecciones locales,y autonómicas, cuando la dirección provincial fracasó en su intento de eliminar a Antolín Martín y otros miembros de ASAJA en las listas de la Diputación. Ante la falta de altemativas convincentes, la dirección regional del PP impuso como presidente a Antolín Martín (igual que cuatro años antes), mientras los dirigentes del sindicato agrarío imponían su criterio en la elección de diputados en las comarcas más importantes.

Todo ello, unido al malestar en medio centenar de municipios donde el PP tuvo que hacer frente a las listas municiopales independientes, formadas por su propia gente, causó el nacimiento de un frente interno que recogió medio millar de firmas y se constituyó como grupo de opinión renovador para forzar la dimisión del presidente provincial, Juan Cot, y la convocatoria de un congreso para la elección de una nueva directiva.

En esta lucha, la Diputación en la que el PP gobierna con una holgada mayoría (15 de 25 diputados ), ha desempeñado un papel, fundamental como centro, de organización del movimiento opositor. Sin embargo, eso ha, causado al tiempo una profunda, división, mitad y mitad, entre los componentes del equipo dé gobierno, según miembros del mismo, que añaden que está, afectando negativamente a la gestión.

Una situación que no sólo afecta al grupo; sino que también ha provocado un deteriodo hasta límites insospechados en las relaciones de la Diputación con la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Zamora (el alcalde, aún no se ha entrevistado con el presidente de la Diputación), en ambos casos gobernada también por el PP.

Fuentes del partido estiman que han sido todas estas circunstancias las que han colmado la paciencia de la dirección regional.