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El Polisario volverá a las armas si la ONU acepta las tesis marroquíes sobre el Sáhara

Antonio Caño

ANTONIO CAÑO El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió anoche aplazar hasta el lunes la aprobación de una resolución que respalda la posición de Marruecos respecto al referéndum en el Sáhara Occidental y que puede abrir una nueva fase de tensión y conflicto, armado en el Magreb. Argelia, el Frente Polisario y la Organización para la Unidad esa resolución Africana (OUA) han advertido que es resolución viola el espíritu y el contenido de los acuerdos de paz. El Frente Polisario ha anunciado que, a partir de ahora, se siente desligado de todo compromiso con la ONU, por lo que su retorno a las armas podría ser inmediato.

"Esto es el final del plan de paz", dijo ayer Bujari Ahmed, representante del Frente Polisario en las Naciones Unidas, horas antes de que el Consejo de. Seguridad decidiera aplazar la votación, prevista en principio para ayer, de la resolución que ratifica un informe sobre el Sáhara Occidental presentado el pasado 24 de noviembre por el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali.Ese informe modifica los criterios de identificación de los votantes en el previsto referéndum de autodeterminación de la antigua colonia española, de tal forma que el Gobierno de Marruecos tendría posibilidad de inscribir a más de 150.000 personas cuya vinculación con el Sáhara es bastante dudosa y que en su mayor parte han sido trasladadas por las autoridades marroquíes. Con esa argucia, la victoria de Marruecos en el referéndum estaría prácticamente asegurada.

Bujari Ahmed envió el jueves pasado una carta al presidente del Consejo de Seguridad, Serguéi Lavrov, en la que le advierte que el Frente Polisario "no participará en el proceso de identificación" sobre las bases de esa resolución, y en la que le anuncia que, a partir de ahora, -esa organización "no tendrá otra opción más que reconsiderar sus obligaciones respecto al plan de paz".

El ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Mohamed Salah Dembri, hizo también llegar esta semana una carta al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU en la que denuncia la resolución como "una transgresión grave de los compromisos y garantías" que las Naciones Unidas le había dado hasta ahora al Gobierno argelino, país que permitió a los refugiados saharauis que se instalaran cerca de Tinduf, al sur de Argelia, tras la ocupación del territorio por Marruecos. Dembri asegura que la decisión del Consejo de Seguridad supone "un serio riesgo para el futuro del proceso de negociación y para la paz y la estabilidad" en la región.

La OUA, por su parte, ha criticado también la posición del secretario general y ha advertido a los miembros del Consejo de Seguridad que le "sería muy difícil seguir implicada en un proceso de identificación que es objetado por una de las partes".

Ninguna de estas presiones parecía, sin embargo, capaz de evitar que el Consejo de Seguridad de la ONU, deseoso de dar carpetazo a un problema que le resulta inmanejable, respalde la propuesta de Butros Gali. Francia, el Reino Unido y Estados Unidos han construido dentro del máximo órgano ejecutivo de la ONU una coalición favorable a Marruecos que parece imbatible. Ni Rusia ni China, los otros miembros permanentes con derecho de veto, tienen interés suficiente en el problema del Sáhara como para impedir el deseo de los tres grandes.

EE UU, que hasta ahora había mantenido una posición de cierta imparcialidad en ese conflicto, se ha inclinado finalmente por las tesis promarroquíes de Francia como única forma de poner fin a una misión que, por su coste, resulta muy impopular en el Congreso norteamericano.

Constantes retrasos

Desde 1991, la misión de paz de la ONU en el Sáhara Occidental ha ido retrasando los plazos para la celebración del referéndum ante la imposibilidad de que Marruecos y el Frente Polisario se pusieran de acuerdo sobre quiénes deberían participar en él. El proceso de identificación, obstaculizado por el hecho de que Rabat presentó enormes listas de supuestos saharauis, era tan lento que daba la impresión de que nunca se llegaría al final.

Butros Gali decidió en noviembre cambiar de actitud y darle la razón a Marruecos. De esa manera, no se necesitarán documentos emitidos por los antiguos administradores españoles ni el testimonio de jefes de tribus saharauis para ser aceptado como saharaui. Así, el proceso de identificación será mucho más rápido, y más de 100.000 marroquíes serán pronto registrados como saharauis y podrán votar en el referéndum.

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