El Cesid remitió un escrito secreto al juez para acreditar el robo de Perote
El Cesid remitió el pasado 25 de septiembre al juez militar Jesús Palomino un documento secreto que acredita que las 1.200 microfichas sustraídas del centro por su antiguo jefe de operaciones, el coronel Juan Alberto Perote, afectan a la seguridad nacional.Dicho documento ha sido esgrimido por el juez para rechazar la pretensión del abogado del coronel y del banquero Mario Conde, Jesús Santaella, de que el primero fuese puesto en libertad, puesto que los originales de las microfichas fueron destruidos por orden de Perote y resulta imposible comprobar si afectan a la seguridad nacional.
Santaella aseguró el martes que el juez reconocía en su auto que había tenido acceso a las microfichas, lo que fue desmentido por el Ministerio de Defensa, por lo que, dijo, "o miente Defensa o miente Palomino". Para Santaella, si Defensa está en lo cierto, "es claro que el juez ha faltado a la verdad y que existe base para una querella por prevaricación".
Fuentes de conocedoras del caso indicaron ayer que "de una lectura no maliciosa ni apresurada del auto, se desprende con toda claridad que el juez no dice en ningún momento que haya tenido acceso a las microfichas, sino al documento del Cesid, y añade que esté último, que hasta ahora sólo conocen el instructor y el Tribunal Militar Central, será conocido en su momento por el fiscal y por el defensor".
Santaella anunció el martes que presentará una querella por prevaricación contra el juez ante el Supremo debido a esta contradicción con Defensa, aunque el lunes anunció la misma querella por motivos distintos: porque el instructor le negaba la declaración de un testigo para presentar una denuncia por coacciones, alegando que dicha declaración era secreta y que en todo caso la denuncia debería presentarla el supuesto coaccionado.
Las fuentes consultadas estimaron que la denuncia anunciada por Santaella no tiene ninguna posibilidad de prosperar, dado su carácter temerario, y que su único objetivo parece ser el deseo de enturbiar la instrucción del sumario contra Perote, ya prácticamente concluido.
