Cazadores

Año tras año vengo observando cómo los collados de la sierra madrileña van quedando deforestados sin que de ello sea responsable ninguna pausa natural.Los pasos tradicionales de palomas bravías entre las dos vertientes de la sierra de Madrid son tomados todos los años por cazadores que, con el fin de construirse su puesto de tiro, no dudan en arrancar ramas e incluso cortar por la mitad los pequeños ejemplares de pino, silvestre, los cuales, desafiando, vientos, y nieves han conseguido prosperar en estas zonas hostiles.

Se da la incongruencia de que accesos de vehículos habitualmente cerrados al público como es el caso de la carretera de La República, entre Las Praderas de Cercedilla y el puerto de la Fuenfría, son abiertos para el acceso dé estos aventureros con el fin de que puedan dejar sus vehículos a no más de 50 metros de sus puestos de tiro, llevando consigo todo tipo de basural que luego quedan desparramadas junto a los cartuchos, utilizados.

Estos últimos años se está intentando vender la figura del cazador respetuoso con el medio ambiente, pero, con el riesgo de injusticias que conlleva toda generalización, creo que hoy por hoy esta imagen está muy lejos de la realidad. Por ello quiero aprovechar la oportunidad que me ofrece su publicación, para solicitar la vigilancia de estas actividades por parte de lasv autoridades responsable de forma que se evite la degradación de este entorno natural del que todos los madrileños debemos estar orgullosos.-