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El segundo hombre en la Luna

Edwin Aldrin cree que el turismo espacial está a la vuelta de la esquina

Edwin Aldrin, el segundo hombre que pisó la Luna, es, 26 años más tarde, un hombre de negocios que sueña con abaratar el transporte espacial para que puedan disfrutar de los viajes al espacio los mortales comunes. Más conocido por el apodo de Buzz, Aldrin hace bolos por el mundo desde hace muchos años, vendiendo su imagen de astronauta que entró en la historia directamente cuando bajó por la escalerilla del módulo de aterrizaje del Apollo 11 el 20 de julio de 1969. Antes de dedicarse a vivir de su histórico viaje, la presión de ser famoso le llevó al alcoholismo y la depresión.Ayer, Aldrin (65 años) estuvo en Madrid para dar una conferencia organizada por las fundaciones Areces e Infante de Orleans, después de pasar por Londres para arropar al fundador de Virgin en su proyecto de dar la vuelta al mundo en globo y antes de viajar a Alemania para asistir a una feria del automóvil. Da la impresión de tener muy buenas tablas, pero sus declaraciones carecen de fuerza y parecen estar muy ensayadas. Nada raro si se tiene en cuenta que todavía le hacen la original pregunta de qué sintió cuando pisó la Luna.

En el aspecto profesional, lo que más parece importarle es conseguir cohetes más baratos haciendo reutilizable su primera etapa. En eso está, colaborando en una empresa privada que asesora a los expertos rusos para convertir sus cohetes en reutilizables.

"Dentro de 15 o 20 años, cuando el transporte espacial sea más barato, cualquiera podrá hacer un viaje en órbita como turista", asegura. "Será un viaje deuna vez en la vida, pero estará al alcance de mucha gente, y se pondrán en marcha iniciativas comerciales, como loterías y cosas así, que darán a todo el mundo la oportunidad de viajar,al espacio".

Aldrin piensa que el avance de la robótica no frenará la aventura espacial humana: "El hombre siempre ha ido hasta donde puede ir", recuerda. Explica que si se envía una misión a Marte y no van seres humanos, las órdenes a los robots tardarían entre ocho y 40 minutos en ir y volver desde la Tierra, lo que impediría que reaccionaran ante imprevistos igual que lo hace un ser humano. Sin embargo, a él, que tardó sólo ocho días en su misión lunar, no le gustaría permanecer meses encerrado con pocas personas en una nave espacial como lo deberán hacer los tripulantes de cualquier misión a Marte.

Justifica el esfuerzo que llevó a su compañero Neil Armstrong a convertirse en el primer hombre que pisó la Luna en el marco de la guerra fría. "Los rusos estaban muy orgullosos de su tecnología, pero cuando les demostramos que podíamos ir a la Luna antes que ellos se dieron cuenta de que en los misiles también podíamos plantarles cara, y eso fue el principio del fin de su imperio. Así que el esfuerzo lunar está relacionado con el fin de la guerra fría, aunque lapaz que tenemos no sea exactamente la que habíamos previsto", dijo ayer.

Cree Aldrin qué el regreso al satélite terrestre será un esfuerzo internacional, "mas metódico y con mejor relación coste beneficio", que las misiones Apollo. Se trataría de aprovechar todo, dejar en la Luna las par tes utilizadas de los cohetes para su reaprovechamien to. "E iríamos -al polo sur lunar por que hay grandes in dicios de que allí hay hielo, y ese agua podría servir como combustible para una base lunar y para ir más allá de la Luna".

El ex astronauta es ligeramente crítico con la participación rusa en la estación espacial Alfa, impulsada por el presidente Clinton hasta un nivel crítico. "De los rusos van a de pender muchas cosas, como los lanzamientos y los vehículos de aprovisiona miento y de rescate. Si las circunstancias cambian en Rusia y no pueden cumplir sus compromisos, corremos un gran riesgo. Sería muy caro cubrir su ausencia, con prisas".

¿Y su conclusión al cabo de todos estos años? Es optimista. Recuerda cómo se sintió de presionado para tener éxito en su misión lunar y cree ahora saber que todo lleva su, tiempo y que no se debe uno impacientar porque los esfuerzos humanos vayan despacio: "Creo que estamos entrando en el espacio como lo hicimos en la aviación, poco a poco, y pronto habrá oportunidades para que pueda participar todo el mundo".

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