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Camarero, una de... ¿Puccini?

Un restaurante ofrece comida italiana con camareros que cantan opera

Turandot Pastrano es una de las sopranos de Castafiore, el restaurante que se llama así sólo durante los fines de semana y que ofrece comida italiana servida por profesionales del canto. O sea, que desde ayer, día de su inauguración, los camareros cantan en Madrid, o lo que es casi más difícil para ellos, los cantantes aprenden a servir los platos y a descifrar el complejo lenguaje de los cubiertos.Turandot está marcada por la ópera desde que nació en Zúrich hace 25 años. Su padre, profesional del canto, interpretaba en ese momento al príncipe de Calaf en Turandot, de Puccini, en Suiza, y su hija se quedó con el recuerdo en su nombre de pila.

Con este historial familiar no es que a sus padres les parezca poco que su hija sea camarera en un restaurante operístico, sino más bien al contrario. "Desde que me presenté a las pruebas ya me parecía una idea muy divertida. Todos tenemos experiencia porque hemos cantado en coros, pero creo que el restaurante nos dará tablas: sin duda aprendes a saber escucharte, a cantar solo y pasar los nervios".

El tenor camarero Miguel Ángel Ortega, de 29 años, ironizaba ayer: "Lo del mandil es lo que a mí me hace menos gracia. No me veo cantando Tosca con la pinta que tengo parece que le quito solemnidad al aria". Ortega, aparte de Puccini, ayer se atrevió más que dignamente con Rigoletto, de Verdi; La tabernera del puerto, de Sorozábal, y un O sole mío compartido para alegría de los comensales más profanos en cuestiones musicales.

Al que más le gusta arriesgar en las piruetas del canto, la interpretación y la guasa es al barítono Ulises Ordóñez, un cubano de 22 años. "Mi objetivo al venir fue tener esperanzas para mi futuro", dice, así que, le echa ganas a todo.

Cuando cantó ayer 'La canción del toreador', de: Carmen, nadie pudo sospechar el mal día que había tenido. "Yo creo que soy el más atrevido; soy capaz de sentarme en la mesa de unos clientes y mientras canto comerme la comida de su plato. Pero no tengo ni idea de servir, espero que nos indiquen lo que hacemos mal".

Un total de cuatro barítonos, tres sopranos y dos tenores componen esta pequeña cuadrilla en activo. Si ayer hubieran tenido tiempo, habrían celebrado el éxito con un buen solomillo don Giovanni que pululaba en la carta. Pero llegaron las doce y media de la nocho, y era el momento del brindis final de La Traviata: el cóctel de la casa estaba repartido y la plana mayor de los carnareros, preparados para la actuación final.

La Castafiore (local de L'Arrabbiata, calle del General Perón, 40-A, metros Orense y Lima). Sólo cenas, viernes y sábados. Teléfonos 556 90 46 y 555 39 26. Precio aproximado: 3.200 pesetas.

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