_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Progreso

Juan José Millás

Ana Botella ya tiene biografía, y eso es muy importante en un país fascinado por el currículo. Con un currículo, a lo más que puedes aspirar es a acumular trienios, mientras que con una biografía te conviertes en primera dama del mismo modo que Cenicienta se transformó en princesa: por arte de magia. Aznar, sin embargo, su marido, va a ser presidente de España igual que Fragaes presidente de Galicia: gracias al currículo, que es la variante racional del escalafón, así que dirigirá el país como si fuera un negociado de Hacienda. Me temo que tendremos que fichar a las ocho y comernos un bocadillo de mortadela a media mañana, ya veremos.Para aspirar a un trabajo como Dios manda en estos tiempos de precariedad laboral, has de tener un buen currículo, aunque sea falso, pero para aspirar a primera dama en una democracia consolidada has de procurarte una biografía, aunque esté hinchada. El desarrollo económico de un país se nota en eso, en la hinchazón, y en que las aspirantes a primeras damas vienen ya con la biografía debajo del brazo. Las esposas de la transición no tuvieron tanta suerte. A la de Adolfo Suárez, en lugar de biografía, le cayó una cruz. De la de Calvo Sotelo no sabemos nada; siempre imaginamos que era viudo: talento no le falta. Y la de Felipe González ha conseguido un escaño, sí, pero a base de mítines. Este país progresa porque la de Aznar, sin comerlo ni beberlo, ya tiene una biografía.

Ahora lo que ha de hacer es rellenarla, aunque ocasiones no le faltarán, dada su juventud. Si no ceja, podría incluso dar el salto a la autobiografía, que es a lo más que se puede llegar habiendo salido de un currículo. En cualquier caso, no debería olvidar aquello que decía Carlyle: que una vida bien escrita es casi tan rara como una vida bien vivida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_