Problemas y remedios
SON TANTOS los problemas pendientes en el área del Mediterráneo que cualquier balance no pesimista de las relaciones entre Europa y los países de la ribera sur corre el riesgo de ser considerado triunfalista.Y, sin embargo, la Conferencia, Euromediterránea clausurada ayer en Barcelona ha sido un éxito. De la Unión Europea y de la presidencia española. Es cierto, como han objetado las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que hay sobradas razones para criticar a los europeos por sus actitudes tradicionales ante sus vecinos del sur. Pero no sería lógico criticar a la vez ese mal y una iniciativa que trata de remediarlo en parte.Las razones del subdesarrollo, y de la desesperación de sus poblaciones, principalmente jóvenes, tienen que ver con la falta de visión de los europeos hacia el polvorín que está formándose en sus fronteras y también con el tratamiento que reciben sus inmigrantes. Pero las respuestas a los desafíos que plantea este Mediterráneo, convertido en foco de desequilibrios de todo tipo -económicos, demográficos, ideológicos o religiosos-, deben ser fundamentalmente prácticas. Como lo son las conclusiones de la conferencia.,
En.primer lugar, hay que notar en el haber de la reunión de Barcelona un pequeño pero muy significativo movimiento en la diplomacia de la paz en Oriente Próximo. Por primera vez desde la Conferencia de Madrid, representantes. sirios e israelíes se han sentado en la misma mesa, se han dirigido la palabra y han realizado propuestas concretas de paz. Israel y Siria se han tendido la mano y desde esperar que reanuden la negociación sobre los altos del Golán en el plazo más breve posible.
Sobre todo, la UE y sus vecinos del sur cuentan des de ayer con un proyecto -económico, político y civil de gran región euromediterránea, que permite ponerse manos a la obra. El desarrollo de acuerdos de asociación con los países firmantes, al estilo del que acaba de concluirse con Marruecos o el que a existe con Israel, y favorecerá la extensión del Mercado Unico Europeo a toda la orilla sur del Mediterráneo hasta alcanzar dentro de 15 años una zona de libre comercio. La gradualidad del proceso deberá garantizar que la agricultura del sur de Europa pueda adaptarse y que la, apertura de los países del norte de Africa y de Oriente Próximo a los productos industriales europeos se realice también sin perjuicios.
Pieza fundamentales este proceso será Ia intervención de la sociedad civil mediterránea -las instituciones, los empresarios, los profesionales-, que debe promover los intercambios, favorecer el clima de cooperación desarrollar, ante todo, las inversiones privadas en el área. Aunque la UE realizará un importante esfuerzo financiero mediante ayudas y créditos por importe de un billón y medio de pesetas en los próximos cinco años, el impulso fundamental debe proporcionarlo la iniciativa privada con sus inversiones en la zona., El Foro Civil Euromed, que reúne desde hoy a 700 expertos de toda el área, se encargará de completar esta parte de la tarea acordada por la conferencia.
La cooperación política entre los 27 Estados firmantes permitirá contar con una estructura de intercambio y de colaboración institucionalizada, con reuniones ministeriales periódicas, incluso a nivel de primeros ministros. Se objetará que muchos países ribereños son contra ejemplos de lo que debe ser un Estado democrático, pero basta leer la declaración final para observar que se propone un horizonte de democratización y de estabilización de la zona que estimulará a los ciudadanos de estos países y a sus administraciones.
La lucha contra el terrorismo, contra la criminalidad organizada y contra el narcotráfico, la igualdad de derechos (le los pueblos y el derecho a la autodeterminación, la no proliferación armamentística, el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales han quedado inscritos en la declaración final y permitirán a partir de ahora su seguimiento y su denuncia, en términos algo similares a lo que sucedió con los países que conformaban el área comunista después del Acta de Helsinki.Es verdad que no se ha abordado una cuestión capital como la emigración, pero hay pocas dudas de que en Barcelona, se ha empezado a levantar los planos de los puentes que deben unir a las dos orillas.
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