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El juez Aguirre cita a Manuel Prado como inculpado en el 'caso Grand Tibidabo'

El juez Joaquín Aguirre, instructor del caso Grand Tibidabo, ha citado a declarar el próximo 4 de diciembre al empresario, Manuel Prado, quien deberá acudir acompañado de abogado, ya que el magistrado le llama como inculpado. El juez Investiga una operación de 1.500 millones de pesetas entre Javier de la Rosa y Prado con dinero de Grand Tibidabo en la época en que ambos eran, respectivamente, presidente y vicepresidente de la sociedad. En relación con las transferencias de 500 millones de dólares reclamadas por KIO, de los que 100 fueron a las cuentas suizas de Prado, KIO desmintió ayer oficialmente a De la Rosa y negó haberle ordenado nunca "transferencia. financiera alguna por motivos políticos".

El portavoz de KIO en Londres, Jalid Al Tarrah, calificó, en declaraciones a Efe, de "totalmente falsas y carentes de fundamento" las alegaciones de De la Rosa atribuyendo la desaparíción de 500 millones de dólares a pagos políticos. "Los responsables de KIO nunca efectuaron ni ordenaron efectuar transacción o transferencia financiera alguna por motivos políticos a través del Grupo Torras o cualquier otra parte implicada", subrayó el portavoz de KIO. En contestación a las alegaciones de De. la Rosa, KIO señala que las mismas son "completamente falsas y sin fundamento alguno".KIO acusa a De la Rosa de "pretender que tuvo que efectuar pagos por órdenes recibidas de tipo político. Todas las partes implicadas en el caso saben la verdad y que no es así".

Terrenos en Sevilla

En relación con la citación a Manuel Prado, la operación de 1.500 millones de pesetas investigada por el juez Aguirre se realizó el 17 de febrero de 1992 y consistió en la compra por Grand Tibidabo de parte de una propiedad de Manuel Prado en Andalucía, concretamente el 44% de la sociedad Expovillas dedicada a la construcción de un hotel en la localidad sevillana de Dos Hermanas. En el momento de la compra, las dos partes establecieron que el 28 de febrero de 1994, Prado recompraría esas. propiedades, por los mencionados 1.500 millones. Además, las sociedades de Prado pagaban intereses semestrales. En realidad, se trataba de un préstamo de Grand Tibidabo a Prado con la garántía del hotel.Coincidiendo con esa primera operación, Prado, -a través de sus sociedades exteriores, como Libra Invest, Mayfield International, y Raquel Forn Corporation- prestó a De la Rosa -no a Grand Tibidabo- la misma cantidad, 1.500 millones de pesetas. En este caso, la garantía la aportaba Ele la Rosa con acciones de Tibidabo.

Poco antes de que llegara el momento en el que Prado debía recomprar la participación en Expovillas, De la Rosa firmó un acuerdo por el que Grand Tibidabo renunciaba a recuperar los 1.500 millones y a cambio se quedaba con unos terrenos.

A pesar de firmar en nombre de Grand Tibidabo, De la Rosa no informó al consejo de la sociedad de lo que había- hecho. Cuando el nuevo presidente de Grand Tibidabo, Joan Cruells, requirió a los representantes de Prado para que se procediera a la recompra del hotel, en febrero de 1994; el diplomático, arguyó que Grand Tibidabo había renunciado a su derecho. Cruells presentó entonces una demanda.

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Prado, a su vez, acudió a los tribunales reclamando el pago del crédito de 1.500 millones que sus sociedades habían concedido a De la Rosa. Las dos demandas fueron a parar al mismo juzgado el número 29 de Barcelona, como si se. tratase de una sola operación, eso sí financiada por GrandTibidabo.

De la Rosa, ante Moreiras

En su declaración de ayer ante el juez Miguel Moreiras, que , instruye la querella presentada por Torras, De la Rosa sólo respondió a una pregunta. De la Rosa había sido citado para que aportase el escrito que ha presentado ante el Tribunal Comercial de Londres sobre la, demanda civil interpuesta contra él. por el grupo KIO y para que declarase en relación con ese documento.De la Rosa efectivamente aportó un gruesó volumen de casi un centenar de folios, pero eso fue todo. Moreiras le preguntó si el documento tenía -alguna relación con los hechos investig4dos en la querella presentada por KIO contra él en enero de 1993, y De la Rosa respondió que se refiere a hechos distintos que n o tienen nada que ver con la querella.

A la vista de esta, afirmación, el fiscal y la acusación coincidieron en que no merecía la pena seguir interrogándole y ahí acabó la declaración. El problema surgió a continuación cuando De la Rosa quiso que se hiciera constar en acta que Moreiras es el juez, competente para resolver el asunto KIO y que tiene que reclamar. el caso a la corte de Londres. Los abogados de la acusación se opusieron y no se incluyó.

A la salida del juzgado, De la Rosa declaró: 'Como dijo San Pablo, la verdad os hará libre

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