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MÉXICO

Federico Pizarro, herido menos grave

Enrique Ponce en su presentación interpretó la maravilla de la geometría del toreo a Predilecto, el segundo ejemplar de la fría tarde, en la que se produjo también el percance de Federico Pizarro, herido menos grave por el quinto toro.Fue una faena redonda la que le dio el triunfo a Ponce, sólo tuvo el pero de ser ejecutada ligeramente distante del trazo de la movilidad del cornúpeta. Empezó aguantando con la capichuela y, en los medios, con la sarga realizó su tarea con pureza sustentando ante 35.000 espectadores una cátedra del auténtico toreo.

Al citar siempre llevó por delante el engaño y jugando con la agresiva embestida de la res se fue haciendo con ella.. En su bello quehacer por naturales y redondos fue ganándole terreno al toro, engarzando sus muletazos en tandas que remató con pinceladas de cambios de mano, molinetes invertidos y trincherazos. Ejecutó el volapié despacio, bajando la muleta, haciendo la cruz y dejando la toledana en todo lo alto.

Mimialuiapam / Armillita,

Ponce, PizarroSiete toros -regalo del sobrero- de San Miguel de Mimiahuapam, 3º, 5º y 6º impresentables, resto irreprochable; mansos y descompuestos salvo lo, bravo, y 2o, que mereció arrastre lento. Arimillita: media baja (silencio); dos pinchazos hondos (silencio); medía (pitos). Enrique Ponce: estocada (oreja); metisaca bajo, pinchazo y descabello (silencio); dos pinchazos y dos descabellos (aplausos). Federico Pizarro: pinchazo hondo y estocada caída (silencio). Herido menos grave en el 5o. Monumental Plaza de México, 26 de noviembre. 4a corrida de la Temporada de Oro. Casi lleno.

El quinto -pitado en el arrastre-, que era un camelo (sin trapío), ocasionó una bronca en los tendidos, pero el diestro valenciano puso oficio y sorteó lo descompuesto del morlaco cumpliendo en su actuación. El animal, que desarrolló sentido, empitonó a Federico Pizarro al salir de un inoportuno quite, por chicuelinas,

Con el sobrero de regalo, Enrique Ponce brilló con el percal tras un extraordinario puyazo de Saavedra y, como el enemigo calamocheaba y rebrincaba, lo aliñó.

Con el fijo -aplaudido en el arrastre- que abrió el festejo, Armillita exhibió la galanura de su capote. Inició su labor con la flámula y caminándole al burel instrumentó efectivos pases de trinchera y de la firma. Por el derecho templó *dos cadenciosas series. Pero por no acoplarse por el izquierdo desilusionó a la concurrencia, que exige mucho a las veteranas figuras mexicanas.

El de Aguascalientes capoteó al cuarto abusando de los parones. Con la muleta mostró entrega pero lo tardo y medroso de la bestia no le ayudaron. Por el percance de Pizarro lidió al áspero sexto. En este manso, Armillita se desdibujó.

Federico Pizarro, que en su toreo atesora calidad artística, con enjundia hizo su trabajo al tercero. En el primer tercio realizó un vistoso quite por navarras y con la franela, por su falta de recursos, batalló con el soso oponente.

Cornada limpia

Según el parte médico, Federico Pizarro sufrió una herida limpia en la cara posterior y tercio medio del muslo derecho, con tres trayectorias: una de 15 centímetros hacia atrás y adelante que lesiona músculos flexores de la rodilla y roza el nervio ciático, sin seccionarlo; y otras dos de 10 y 12 centímentos respectivamente, que lesionan los mismos planos. El torero fue trasladado a un hospital para ser intervenido. tardará unos 20 días en curar.

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