Debate sobre las exclusivas periodísticas, tras el juicio de West
El ingreso ayer en prisión de Rosemary West, condenada a cadena perpetua por el asesinato de 10 muchachas, ha abierto otra caja de Pandora en el Reino Unido.La fiscalía general del Estado y el Ministerio del Interior han decidido estudiar la reforma del código de conducta observado por la prensa nacional.
Ambas instancias creen que el pago de elevadas sumas a los testigos, a cambio de sus recuerdos, sobrepasado los límites de la libertad de expresión.
Por lo menos seis de los que testificaron contra la viuda de Frederick West habían llegado antes a acuerdos similares con periódicos sensacionalistas.
Lord Mackay, presidente de la Cámara de los Lores y titular de la Administración inglesa de Justicia, se sumará también al selecto equipo investigador. Los abogados de la defensa han aplaudido ya la decisión. El fiscal elaboraba por su parte un informe al respecto.
La mejor pagada
La exclusiva mejor pagada ha corrido a cargo del rotativo Daily Mirror. En un acuerdo verbal, ha prometido abonar a Janet Leach cerca de 20 millones de pesetas.Esta testigo presenció la confesión de Frederick West a principios de año en calidad de adulto cualificado. Durante el juicio reconoció el pacto, "porque West me pidió que se supiera toda la verdad".
Entretanto, la policía de Gloucester ha empezado a recibir llamadas sobre las otras nueve mujeres buscadas en relación con el caso. "Seguiremos cualquier pista, pero no estamos cabando aún en busca de nuevas tumbas", ha dicho Tony Butler, comisario superior de la ciudad.
El caso de Rosemary West ha producido una auténtica conmoción social a pesar de la distancia en el tiempo. Los medios de comunicación han recogido ampliamente los detalles del juicio. Algunos sectores han criticado que fallaran los sistemas sociales del Reino Unido para atender en su día a los hijos de West.
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