Hallado el cadáver de una joven que desapareció hace más de cuatro meses en Benicàssim
El desenlace de su misteriosa desaparición ha sido trágico: el cadáver de Sonia Rubio Arrufat, de 25 años, que desapareció el 2 de julio en Benicàssim (Castellón) tras salir de una discoteca, fue encontrado al mediodía de ayer en un barranco, a unos 100 metros de la antigua nacional 340 entre Benicàssim y Oropesa. El Gobierno Civil confirmó horas más tarde que se trataba de Sonia. Un primer análisis de la dentadura y los objetos encontrados junto a los restos, un anillo y un zueco, permitieron la identificación.
Sonia fue vista por última vez en la madrugada del pasado 2 de julio, tras una noche de diversión con un grupo de amigos, en Benicàssim. La última parada de la joven fue en una discoteca situada en los bajos de un hotel de la Gran Avenida de Benicàssim.Sobre las cinco de la madrugada, Sonia y una amiga salieron del local para regresar a sus domicilios a pie. La vivienda de los padres de la joven, licenciada en filología inglesa, se encuentra a sólo un kilómetro de la discoteca y la zona, a pesar de lo avanzado de la hora, estaba muy transitada. La amiga de la fallecida se dirigió hacia Castellón y Sonia caminó sola hacia Benicàssim. Su rastro se perdió en ese trayecto.
Su cuerpo lo encontró ayer un conductor de Barcelona que hizo una parada para orinar en un camino de tierra que sale a la antigua N-340. Según sus primeras declaraciones, se alertó por unos extraños olores. El cadáver esta semioculto en una zona de monte bajo al lado del camino. El conductor avisó a la Guardia Civil, que envió a sus efectivos al lugar (la partida del Pla de Batalla) y comenzó a desenterrar los restos del esqueleto, según fuentes del caso.
El gobernador civil de Castellón, Ignacio Subías, confirmó sobre las siete de la tarde que los restos mortales pertenecían a la joven desaparecida. "No sabemos la causas reales de su muerte hasta que mañana [por hoy] se realice la autopsia", dijo. "Por el momento, no hay ningún detenido en relación con los hechos, aunque la investigación está abierta", añadió.
El portavoz de la familia, tras confirmar la noticia, expresó su rabia por el trágico desenlace. "Estamos aturdidos. Todavía no hemos podido hablar con la familia, que nos consta que está en el Gobierno Civil% señaló a primeras horas de la noche. "Hasta mañana [por hoy] no sabremos qué vamos a hacer ni cuál será la actitud de la familia", añadió. Tanto la familia como los amigos de la joven descartaron tras su desaparición la posibilidad de una fuga al extranjero, una de las hipótesis barajadas por la investigación durante estos cuatro meses y medio de espera. Sonia había regresado recientemente de Inglaterra, donde había pasado un curso impartiendo clases de castellano.
Fuentes de la investigación recalcaban, además, que era improbable que alguien la forzara a subir a un vehículo en la zona de abundante circulación cercana a la discoteca. La familia, que describía a la joven como sensata, sin problemas y llena de proyectos tras su aventura inglesa, también rechazó la posibilidad un secuestro, dado que sus ingresos son modestos.
Mientras la Guardia Civil rastreaba sin éxito la zona de Benicàssim, los familiares y amigos de Sonia repartieron miles de carteles con su fotografía y descripción. La joven, que medía 1,65 metros, era rubia y de ojos marrones, vestía en el mornento de su desaparición un traje vaquero corto de tirantes, una camiseta blanca y una cazadora. También llevaba zuecos, uno de los cuales se descubrió ayer junto a su cuerpo sin vida.
La autopsia se realizará hoy en el cementerio de Castellón. La Guardia Civil continuaba a última hora el rastreo de la zona en la que se halló el cadáver.
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