El derechista Arzú roza la presidencia de Guatemala en la primera vuelta
Álvaro Arzú, candidato del conservador Partido de Avanzada Nacional (PAN) rozaba ayer la presidencia de Guatemala al superar en los primeros recuentos el 60% de los votos emitidos en las elecciones celebradas el domingo. Se trataba, sin embargo, de resultados de la capital: la llegada de las actas del interior del país iba rebajando el porcentaje paulatinamente, por lo que la necesidad de acudir a una segunda vuelta parecía inevitable.
El Tribunal Superior Electoral acababa de leer, al filo de la medianoche, los resultados preliminares de la Ciudad de Guatemala. El triunfo del PAN era aplastante y Arzú se disponía a ofrecer una rueda de prensa. De pronto, viviendas, hoteles, emisoras de radio y centros de cómputo quedaron en la oscuridad. Lo mismo sucedía en el resto de Guatemala, a excepción del departamento del Petén, en el norte, que tiene un sistema independiente de abastecimiento eléctrico. El apagón duró tres horas"La tregua ha terminado. Volvemos a la lucha", anunció una llamada anónima en la radio. El mensaje aludía a la suspensión de hostilidades decretada por la guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) hace 13 días, que en efecto terminaba ayer. Sin embargo, el mensaje despertó cierta incredulidad: nunca antes la URNG, aficionada por lo demás a derribar torres eléctricas, había provocado un apagón de tales dimensiones.
Por otro lado, al calor del diálogo de paz, la guerrilla se había comprometido en enero a suspender todos los actos de sabotaje, lo que hasta ahora había cumplido, y además había apoyado de plano la celebración de estas elecciones, en las que por primera vez participaba la izquierda y que son consideradas como una prueba de fuego para el proceso de demócratización.
El primer bosquejo ofrecido por las autoridades electorales dibujaba un panorama con algunas sorpresas: el tremendo peso del PAN en la capital (donde, además, no encontró rival para la alcadía) y la gran distancia que lo separa de su más, inmediato contrincante, Alfonso Portillo, del Frente Republicano Guatemalteco (FRG, fundado por el general golpista Efraín Ríos Montt), que no rebasaba el 17%.
Denuncias de Ríos Montt
Ríos Montt, ex presidente del último Congreso, inhabilitado para la presidencia por la Constitución por su condición golpista y procesado en estos momentos por espionaje telefónico, denunciaba anoche "la manipulación" de la votación.Es de esperar, sin embargo, que la brecha entre ambas formaciones se vaya reduciendo, dado que el FRG tiene cierto peso en el interior del país. Las propias proyecciones del PAN situaban el techo máximo de su candidato en un 50%, mucho más de lo esperado (las encuestas le daban un 34%), pero insuficiente para hacerse con la presidencia, que requiere la mayoría absoluta. "El pueblo ya se ha manifestado, pero hay que cumplir con el requisito de acudir a una segunda vuelta, para la que ya estamos preparados", afirmó Arzú, abogado conservador considerado como la vía más segura para dar continuidad a la democratización y a las negociaciones de paz con la guerrilla.
La mayor sorpresa vino, sin embargo, de la mano de la izquierda, que se presentó a los comicios por primera vez en 40 años. Contra todo pronóstico, el Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG) duplicó las cifras que le daban las encuestas y con un inicial 7%, de los votos se disputaba la tercera posición.
Si bien las cifras de abstención tampoco se conocían, quizás lo más destacado de la jornada fue la importante afluencia a las urnas por parte de los indígenas (un 60% de la población del país), que tradicionalmente han ignorado las convocatorias electorales. En esta ocasión, sin embargo, la promoción del voto hecha desde todos los sectores del país, incluidas algunas organizaciones mayas, parece haber tenido cierto peso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.