La economía chilena crecerá este año un 7%, impulsada por la demanda

ENVIADO ESPECIALContrariamente al estancamiento de Argentina, contra las cuerdas al encajar desprevenida un demoledor tequilazo, Chile aguanta en pie las dañinas consecuencias de la devaluación mexicana y crecerá este año en torno al 7%. El país trata de convertir en empleos y equidad los éxitos macroeconómicos que ha obtenido, resaltados como ejemplares por Wall Street y la mayoría de las naciones latino americanas. Pero el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, no oculta que la meta del Gobierno es combatir la pobreza, compañera todavía de más del 30% de los chilenos.

Las últimas cifras proporcionadas por el Banco Central indican que la economía, pese a las tendencias negativas observadas en algunos sectores, creció un 7,3% en agosto, índice que, acumulado a los registrados desde enero, supone una subida promedio del 7% sobre el PIB. Fuentes oficiales confían en que esta aceleración del crecimiento, más alto de lo esperado, se refleje en una mayor oferta de puestos de trabajo. "De hecho, el ritmo del crecimiento de la demanda del consumo, ha sido superior al crecimiento económico". Los indicadores son optimistas y mantienen como meta para el presente ejercicio. un desempleo del 5%, una inflación del 8% y una alza del ahorro interno que alcance en 1995 el 26,5% del PIB, máximo histórico al ser superior en un punto al registrado el pasado, año. José Pablo Arellano, director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda destaca un cambio sustantivo en las finanzas públicas. "Hasta hace pocos años, el país tenía que estar renegociación tras renegociación de la deuda externa. En 1990 fue la última. Hoy estamos pagando anticipadamente, lo cual demuestra la fortaleza del país en sus cuentas externas. Como la solvencia externa aumenta, las condiciones para los créditos de quienes tienen que invertir y conseguir financiamiento en el exterior son mucho más favorables".

La remontada comenzada hace 12 años prosigue, y este de noviembre, con inscripciones de 150 dólares (18.400 pesetas) por comensal en banquetes conectados entre si por un circuito de televisión, vanos miles de empresarios celebrarán los 80 años del general Augusto Pinochet y la apertura económica establecida por la dictadura. Mientras tanto, los supermercados vendieron en septiembre cerca de un 10% más, que en el mismo periodo del pasado año, la importación de vehículos ascendió hasta las 140.000 unidades y las reservas del Banco Central suman 14.400 millones de dólares. Las inversiones extranjeras también van al copo: 1.459 millones de dólares entre enero y septiembre, mucho dinero para un país de apenas 14 millones de habitantes.

Aninat cree que si Chile fuera capaz de mantener una tasa de crecimiento anual del orden del 6%, "deberíamos llegar hacia el año 2000 a reducir la pobreza a un 17% de los hogares, y la indigencia, a un 3%".

Según el ministro, la disciplina y austeridad fiscal no han impedido una orientación presupuestaria sensible con los más necesitados. "El 70% del gasto del Gobierno se concentra en los sectores sociales". Chile tiene aproximadamente 1,6 millones de personas menos que en 1987 viviendo en la pobreza, según datos oficiales, pero, las estadísticas demuestran una ampliación de la brecha entre ricos y pobres. Según datos de la Sociedad Chilena de Economía Política, el ingreso de una familia acomodada supera en 24 veces el de un hogar modesto, y el 10% más pobre dispone de 26 dólares mensuales para comprar, lo que supone acceder apenas al 70% de la cesta de la compra.

Un informe preparado por el Partido Socialista, miembro de la alianza gubernamental, incide en este negativo aspecto de la prosperidad chilena: el 10% de la población más rica acumula un 41% del ingreso nacional, -10 puntos porcentuales más que en los países industrializados de Europa y América el Norte- y el 20% sólo recibe el 4,6% del ingreso. "A pesar del acelerado ritmo de crecimiento económico desde mediados de los ochenta, la distribución del ingreso no ha mejorado en Chile".