Aznar dice que Ios que más gritan limpiaban los zapatos a los presuntos chantajistas"

Un torrente de declaraciones siguió ayer al descubrimiento de un supuesto chantaje contra el Rey. Los socialistas hicieron una piña en tomo a Felipe González y a su interpretación de que ha quedado en evidencia una conspiración contra el Estado. El jefe del Gobierno calificó "intolerable" el presunto chantaje. En cambio, el presidente del PP, José María Aznar, acusó al líder del PSOE de inventar fantasmas para su provecho personal. Algunos de los que más gritan, dijo, "son los que, hace muy poco, con mucho gusto limpiaban los zapatos a los presuntos chantajistas".'

Aznar, de campaña electoral en Cataluña, calificó de "gravísimo error" poner a la Corona "en el ojo del huracán", reiteró que el supuesto chantaje al Rey es sólo "un conflicto, entre particulares" y afirmó que Manuel Prado y Colón de Carvajal, el amigo de don Juan Carlos acusado por Javier de la Rosa de haber cobrado 12.000 millones de pesetas por el apoyo a Kuwait durante la crisis del Golfo, "tiene la obligación de salir al paso de las acusaciones".Para el líder de los populares, que intervino en un mitin en Girona ante 2.000 personas, el Gobierno ha caído en la tentación de inventar "chantajes, conjuras, confabulaciones y todo eso". A pesar de ello, agregó, "hoy todo el mundo sabe ya quién intenta beneficiarse de todasesas cosas", en referencia a González, informa Enric Company.

Aunque "no hay cuestión política ni la va a haber", según Aznar, porque "la Corona está y estará por encima de cualquier eventualidad de este tipo, el presidente del PP criticó a los miembros del Gobierno y los dirigentes del PSOE que hablan de chantaje al Estado.

"Algunas de las personas que más gritan ahora y que hablan con más virulencia de los chantajes al Estado", dijo, "eran las que, hace muy poco, con mucho gusto limpiaban los zapatos a los presuntos chantajistas".

"Intolerable""Me parece intolerable", declaró ayer Felipe González sobre el supuesto chantaje al Rey cuando franqueó la barrera de fotógrafos y cámaras de televisión que le esperaban en un hotel de Madrid, en el que asistió a una reunión de líderes socialistas europeos.

El alcalde de Barcelona, Pasquall Maragall, declaró en Madrid que los ataques y presiones a los que Mario Conde y Javier de la Rosa someten a las más altas instituciones del Estado son una reacción "al primer intento serio que se hace en este país de ponerle coto y freno al poder del dinero".

"Esta gente", según Maragall, "tiene un poder tan grande que es capaz de obligar a dimitir a un vicepresidente y de amenazar incluso al presidente y al Rey". El alcalde de Barcelona pidió a los ciudadanos que distingan "entre los que han actuado queriendo limpiar la vida política [ ... ] que son Serra y González, y los que han estado peligrosamente cerca de los que hoy hacen chantaje".

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó desde Lleida al PP de "aprovecharlo todo" y "apuntarse a un bombardeo con tal de erosionar al Gobierno (...) Utiliza todo lo que le pasa por delante sin reparar en gastos, en una estrategia irresponsable", informa Lluís Visa. El eurodiputado Fernando Morán afirmó, por su parte, que existe un clima de ataques a las instituciones motivado por el desprestigio de la política, como consecuencia de una moral de vale todo.

En pleno, clima preelectoral en Cataluña, tanto el PSC como Iniciativa per Catalunya (IC) recordaron la defensa que en su momento hizo el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de la personalidad de De la Rosa. Rafael Ribó, el candidato de IC, acusó a Pujol de haber sido 15 años "telonero" de De la Rosa y los poderosos, "aunque ahora quiera, olvidarlo". El socialista Josep Maria Sala, uno de los imputados por el caso Filesa, reclamó de Pujol que se disculpe en público por haber confiado en De la Rosa, "ahora implicado en una conspiración".