Un 'comando' integrista asesina a tiros en Argel a una misionera francesa

Un comando integrista asesinó a tiros ayer en Argel a la misionera católica de nacionalidad francesa Odette Hellene Prévost, de la congregación Hermanitas del Sagrado Corazón, e hirió de gravedad a su compañera Chantal Galicher. El asesinato de la religiosa se produjo en viernes -día festivo y de oración para el islam-, mientras el país se encuentra a sólo seis días de la celebración de unas elecciones presidenciales sobre las que planean las amenazas de los fundamentalistas radicales del Grupo Islámico Armado (GIA), que han jurado incrementar los actos violentos en un intento de hacer fracasar los comicios.

La madre Odette, de 63 años, encontró la muerte en la calle, en el barrio de Kuba, muy cerca de una mezquita pintada de azul y blanco, situada a poco menos de Medio centenar de metros de su casa, un minúsculo chalé con jardín que desde hace años sirve de residencia y domicilio a esta pequeña congregación de religiosas, emparentadas orgánicamente con la asociación del misionero padre Focolt, representada en Argelia con tres misioneras.

Mientras el cuerpo de la víctima caía sin vida sobre el asfalto y se convertía en el undécimo religioso católico asesinado en Argelia en poco más de dos años, el comando integrista disparaba sobre su compañera Chantal Galichi, de 53 años, también francesa, que permanecía junto a ella. Una bala le atravesó la cara. Inmediatamente fue trasladada al cercano hospital militar de Ain Naya. Horas más tarde fue evacuada en un avión hacia Francia. Anoche estaba en coma.

Rutina semanal

El atentado se produjo minutos antes de las nueve de la mañana, cuando las dos religiosas regresaban a su domicilio y residencia del barrio de Kuba, tras haber pernoctado por razones de seguridad en un lugar secreto. Volvían a su casa, en uno de los feudos islamistas de la ciudad, siguiendo una rutina semanal que las llevaba todos los viernes a su antigua residencia, con la intención de reencontrar a vecinos y amigos, mantener la sede religiosa activa y continuar su labor de asistencia y caridad.Los asesinos les esperaban en la calle. Los dos miembros del comando dispararon sobre ellas y huyeron después en un vehículo aparcado no muy lejos del lugar del atentado. Ayer por la tarde, las fuerzas del Ejército, con brazalete verde y naranja, rastreaban en grupo, con los fusiles en ristre, las calles del barrio, intentado localizar a los asesinos.

La muerte de la religiosa entristeció a la comunidad católica de Argelia y a los intelectuales. Odette Prévosc trabajaba desde hace más de 35 años como secretaria de redacción de la Revista de Prensa del Centro de Estudios Diocesanos. Pero sobre todo el atentado conmocionó una vez más a la comunidad francesa argelina, ya que 30 de sus miembros han sido asesinados en poco más de tres años.

En París, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés recomendó ayer por enésima ocasión a sus ciudadanos que abandonen Argelia, mientras en Argel el ministro del Interior reiteraba sus pésames y condenas habituales. El portavoz del Gobierno argelino afirmó que el asesinato de la religiosa no quedará impune y que "constituye un atentado a los valores del islam".