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El carril-bici del Pasillo Verde conectará con la Casa de Campo

Antonio Jiménez Barca

En un debate sobre el uso de la bicicleta en la ciudad, el representante del Ayuntamiento, Sebastián de la Rica, director de servicios de circulación, fue claro ayer: "La bicicleta no sirve en Madrid para el transporte, pero vamos a estimularla como instrumento lúdico". Uno de los asistentes no le creyó: "La gente va a los parques con la bicicleta en el maletero del coche". De la Rica se reafirmó: "El carril-bici del Pasillo Verde [que une Delicias con la calle de Segovia] enlazará con la Casa de Campo".

La cuestión de un acceso fácil y no peligroso a la Casa de Campo por la cuesta de San Vicente para los ciclistas no se planteó como un problema teórico. El debate se celebró en la feria Biocultura, precisamente en la Casa de Campo. Y el grupo cicloturist que organizó la mesa redonda, Pedalibre, Ilegó al lugar de la cita en bicicleta, tras jugarse el tipo al circular por una dirección prohibida y meterse por un túnel.Por eso, cuando De la Rica expuso que la bicicleta no sirve como medio de transporte en Madrid, pero sí que hay que estimularla para que, por ejemplo, en los fines de semana la gente pueda utilizarla en los parques, los de Pedalibre saltaron y le comentaron lo complicado que resulta llegar a la Casa de Campo en dos ruedas. "Eso hay que arreglarlo y se arreglará. Hay que intentar, además, que los circuitos de bicicletas de los parques se unan entre ellos. El carril-bici del Pasillo Verde se unirá con la Casa de Campo", aseguró de la Rica, sin precisar fechas.

Al debate asistió también un representante del Ayuntamiento de Barcelona, Manuel Villasante, director de circulación, quien está convencido de que la bicicleta sirve para desplazarse por la ciudad. Y aportó pruebas: las 5.000 personas que de lunes a viernes circulan en dos ruedas por la capital catalana y la red de carriles-bici bien conectados de que disfrutan los barceloneses.

Motocicletas

De la Rica escuchó con atención la exposición del técnico catalán y luego dio la réplica: "En Madrid nunca ha habido tanta tradición de motocicletas como en Barcelona; y la tradición es importante. El Plan General de Ordenación Urbana [que recoge el modelo de ciudad pensada por el Ayuntamiento para los próximos ocho años] no prevé el uso de la bicicleta para desplazarse, ni la creación de grandes vías exclusivas.. Pero esto no quiere decir que no pensemos en la bicicleta. Una idea buena es la de estimular el uso de la bicicleta cerca de los institutos, o cerca de los parques, o en zonas periféricas". El técnico municipal madrileño añadió: "Hay que ser realista y pedir cosas posibles".El urbanista Alfonso Sanz, comprometido con el uso de la bicicleta desde hace años y que también participó en el debate, urgió a los ciclistas a rebelarse y a seguir usando las dos ruedas: "Si no actuamos rápidamente, Madrid, debido a su crecimiento, perderá ya para siempre la oportunidad de convertirse en una ciudad probicicleta". El grupo Pedalibre ha presentado alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana por la relegación de la bicicleta.

Con respecto a la tradición, el representante barcelonés expuso: "No se trata de discutir si hay que hacer la gallina antes del huevo. Aunque en Barcelona hemos hecho precisamente eso".

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"Es que en Barcelona el huevo ya estaba algo hecho", corrigió De la Rica.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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