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Cruz Roja Española calcula que tardará diez años en enjugar sus deudas

La organización redujo en 1994 sus perdidas a 18 millones, frente a los 18.000 de 1993

Cruz Roja Española ya ha empezado a equilibrar sus cuentas. En 1994, según sus nuevos gestores, perdió sólo 18 millones de pesetas, frente a los más de 1.800 millones del año anterior. Incluso se espera obtener ya para este año un superávit de 500 millones. Pero las deudas acumuladas en años anteriores tienen maniatada a la mayor organización humanitaria del país. Pese al comienzo de estabilización, la deuda está cifrada en un total de 24.000 millones, lo que aún exigirá "10 años más de sacrificios", según su presidente Juan Manuel Suárez del Toro.

La deuda de Cruz Roja Española ascendía, a finales de 1994, a 24.306 millones de pese tas, según los datos de la última auditoría, presentados ayer por Suárez del Toro. Ésta es la he rencia de los casi cinco años de gestión encabezada por la anterior presidenta, Carmen Mestre, que se vio forzada a dimitir, hace ahora año y medio, tras conocerse las auditorías anua les de la entidad.Entre las operaciones más discutidas por dicho equipo están la permuta del edificio de la sede central, en la calle Eduardo Dato de Madrid, la venta de varios edificios a precios su puestamente inferiores a los de mercado y el agujero financiero de unos mil millones de pesetas del pabellón de la Cruz Roja en la Expo.

Según la última auditoría, la organización humanitaria debe más de 7.800 millones de pese tas a la Seguridad Social y más de 1.900 millones a Hacienda. A entidades financieras y pro veedores les adeuda unos 12.000 millones.

A esta cifra global hay que restarle, sin embargo, los 10.000 millones de pesetas en subvenciones o por prestación de servicios que la Administración y entidades privadas adeudan a la organización.

Importante mejora

"Hemos conseguido, sin duda, una importante mejora de la cuenta de resultados", afirmó Suárez del Toro. "Las cuentas empiezan a equilibrarse, lo que es muy importante para una entidad con tan graves problemas económicos. Otra cosa es devolver la deuda. Habrá que seguir haciendo sacrificios durante al menos 10 años más".

Entre estos sacrificios figuran la congelación salarial de sus trabajadores y la reducción en 30 personas de la plantilla de la sede central, mediante jubilaciones y bajas incentivadas. "La austeridad no afectará a la actividad de Cruz Roja", puntualizó Suárez del Toro. "Al contrario, pretendemos incrementarla".El nuevo equipo directivo baraja también, para reducir las pérdidas, el traspaso definitivo de su red de hospitales al Insalud o a las comunidades autónomas. "Nuestros centros más deficitarios son los hospitales y no tiene ningún sentido seguir manteniéndolos cuando la sanidad pública cubre al 100% de la población", explica Leopoldo Pérez Suárez, secretario de la entidad.De momento, Cruz Roja ha conseguido aplazar en trece años el pago de lo que adeuda a la Seguridad Social, además de la condonación de los intereses y los recargos. Con Hacienda tiene previsto firmar un acuerdo para poder cancelarla en un 80% (unos 1.500 millones de pesetas) con parte de su patrimonio inmobiliario: la idea es dejar en manos de la Administración hospitales que ya no están en uso o cuya gestión está en manos del Insalud o de las autonomías. Éste es el caso del Hospital de Ceuta, del Centro de Diabetología de Madrid, del antiguo Hospital de Torrelavega o del Hospital de Algeciras.La entidad consiguió el año pasado reducir sus gastos -que ascendieron a 37.776 millones de pesetas- en un 5% respecto al año anterior. Cruz Roja ha conseguido también, siempre según sus gestores, reducir el porcentaje de ingresos procedente de subvenciones y aumentar los conseguidos por la captación de recursos propios, una vez superados los primeros meses de crisis, tras el cese de Carmen Mestre. El pasado año, el 42% de sus recursos los empleó el mantenimiento de centros sanitarios, el 21% en programas sociales, otro 21% en transporte sanitario y salvamento marino y un 3% en cooperación internacional.

Nueva sede

El nuevo equipo directivo tiene también previsto vender el nuevo edificio de su sede central en El Plantío, un barrio residencial a las afueras de Madrid, para trasladarse de nuevo al centro de la ciudad. "De momento, hemos preferido dejar este tema para más adelante, teniendo en cuenta lo delicado de la situación económica y la polémica suscitada por la permuta de la antigua sede", explica Leopoldo Pérez Suárez. La intención es instalarse en el antiguo Hospital Central de la Calle Reina Victoria.Cruz Roja agrupa a unos 165.000 voluntarios y 5.600 trabajadores remunerados y cuenta con cerca de 617.000 socios. El pasado año atendió a más de un millón de personas, entre ellas más de 37.000 ancianos, unos 14.000 refugiados e inmigrantes, 18.000 toxicómanos, 1.200 enfermos de sida y más de 11.000 niños y jóvenes. En la actualidad cuenta con 22 hospitales y un total de 1.863 camas. La entidad aprobará nuevos estatutos para que el presidente surja de la asamblea general y en el nombramiento no intervenga el Gobierno.

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