Después de Toulouse
Con un optimismo muy moderado observa los resultados de la Cumbre Espacial Europea de Toulouse hace dos semanas, la empresa GMV, la quinta en cuanto a la participación de empresas españolas en proyectos de la Agencia Europea del Espacio (ESA). La puesta en marcha de un programa nacional espacial, ahora inexistente, y el deseo de que España aporte a la ESA el nivel de inversión correspondiente a su PIB (actualmente es mucho menor en los programas optativos) son algunos de los deseos de esta empresa, especializada en guiado, navegación y control de naves espaciales. La contribución de España a la ESA ha quedado fijada en 86.000 millones de pesetas entre 1996 y el 2000, pero la prórroga de los presupuestos y el posible cambio de partido gobernante puede cambiar estos planes.
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