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La Cruz Roja tendrá que readmitir al médico que no auxilió a una mujer atropellada, según una sentencia

Antonio Jiménez Barca

Manuel Pino, de 48 años, podrá volver a trabajar como traumatólogo en el hospital central de la Cruz Roja tras ser despedido por no auxiliar el pasado 5 de junio a una mujer, Juana Cortés, de 26 años, que resultó atropellada a 20 pasos de la cafetería del hospital donde cenaba el médico.

Así lo dicta una sentencia de la juez Margarita Silva, titular del juzgado de lo social número cinco de Madrid, según informó el pasado lunes, el diario Expansión. Juana Cortés explicó ayer que la sentencia no le parecía mal: "Que lo admitan otra vez en el hospital me parece bien; eso sí, en su conciencia está cómo ha actuado". La mujer, que como consecuencia del atropello tuvo que llevar un collarín ortopédico durante unas semanas, aún se resiente del golpe: "Estoy mal del cuello, me duele todos los días y voy a diario a rehabilitación".

Según la sentencia, la conducta del médico no es motivo de despido pero sí es reprochable: "[aunque] se debía a sus enfermos internados en el hospital, es evidente que, como médico, tenía el deber de atender a cualquier enfermo en general. Esto quizás es un deber de médico, que queda en la esfera personal como profesional médico y como una obligación de deontología profesional.

Eloisa Bernal, directora gerente del hospital, situado en la calle de la Reina Victoria, que despidió al traumatólogo, se negó ayer a hablar con este periódico. En la carta de despido, enviada al médico cinco días después del atropello, la gerente general del hospital informaba a Pino de que su negligencia había sido "grave". Tampoco los médicos que comían ayer en la cafetería quisieron comentar la sentencia: "Si un juez así lo ha determinado, sus razones tendrá", se limitó a decir uno de los facultativos.

A Juana Cortés la atendió un médico que conducía detrás del coche que la atropelló. Tras auxiliarla en un primer momento, el médico pidió a los curiosos que rodeaban la escena que se acercaran al hospital y que llamaran a un traumatólogo, cosa que éstos hicieron. Pino, cuya especialidad es la traumatología, los oyó, pero no salió.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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