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Los dos fugitivos del apaleamiento de Rivas acusan a la policía local de malos tratos

Jan Martínez Ahrens

Los hermanos Omar y Eric Fernández Bobillo, de 30 y 20 años, hablan desde el paradero desconocido. La Guardia Civil y la policía les persigue bajo la acusación de haber apaleado brutalmente el domingo a dos agentes locales de Rivas-Vaciamadrid. Los fugitivos, balseros cubanos acogidos por el Gobierno español, niegan la imputación y sostienen que fueron víctimas de la violencia policial. Avalan su declaración con informes médicos de sus lesiones, con el testimonio de un compatriota -el único detenido- y con su intención, de entregarse una vez presenten el jueves en el Juzgado de Instrucción número 1 de Arganda del Rey -jamás a la policía- una denuncia por malos tratos. Entretanto, viven con el miedo en los talones, sin casa y en permanente huida. Son fugitivos a los que este periódico localizó y entrevistó.

"Nos pondremos a disposición de la justicia cuando nuestra abogada [María Ángeles Garzón, de SOS Racismo] hable con la juez y presente la denuncia por lesiones. No tenemos miedo al calabozo, pero somos inocentes. Sólo queremos un juicio justo y un trabajo digno", indican los hermanos. Se les ve seguros, dispuestos, al igual que hace un año en Cuba, a cruzar otro infierno por ser libres. En los ocho meses que llevan en España nadie les ha ofrecido un contrato -Omar es cocinero, y Eric, patrón de barco- Hasta el domingo pasado vivían al paro de trabajos ocasionales. Ahora, ni eso "No queremos escondernos siempre", remachan.Los hechos que dispararon su huida se remontan al domingo por la tarde. Omar y Eric habían trabajado para el circo Krone, instalado en Rivas (21.000 habitantes). A Omar, por montar la carpa, el dueño del espectáculo le debía 5.000 pesetas, y a Eric, por repartir propaganda, 28.000, siempre según la versión de los fugitivos. El propietario prometió pagarles después de la segunda función, que empezaba a las 19.30.

Dos agentes locales, sin armas de fuego, se apostaron a esa hora a la puerta del espectáculo, muy cerca de los balseros. Estalló entonces una disputa entre Eric y un representante del circo por una mujer. Omar trató de ayudar a su hermano La policía, siempre según la versión de los fugitivos, se lo impidió. Así lo cuenta Omar: "Ante la parsimonia de los agentes, temí por mi hermano, pero cuando quise acercarme a él, el policía más joven me pegó con la porra en la cabeza. Al caer, me agarré de la chaqueta del más viejo. Me siguieron pegando. Para protegerme me sujeté al guardia joven, pero el viejo me seguía golpeando con la porra". Eric, mientras tanto, abandonó su disputa y se encaminó hacia su hermano. "Al acercarme a Omar me dieron con la porra en la cabeza y en el costado", afirma el menor de los balseros. Una vez reducidos los dos hermanos, los agentes salieron a la calle en busca de refuerzos. De camino se encontráron a Michael H., otro cubano que había presenciado la pelea. Le detuvieron.

Los hermanos, al marcharse la policía, se dirigieron a una caravana del circo a recoger su ropa. La llegada de más agentes al lugar no les afectó. "Hablamos de dinero con el dueño y se acercó un agente que le preguntó por los cubanos. El hombre dijo que no sabía y el policía se marchó. Nosotros nos fuimos de allí sin cobrar", comentan.

Partes médicos

Michael H., en libertad provisional desde el lunes, corrobora la versión de sus compatriotas. Los dos hermanos disponen de informes clínicos del área de salud del Ayuntamiento de Madrid en los que se certifican las contusiones y heridas que sufrieron.Los dos agentes de Rivas fueron trasladados al centro de salud local. De allí fueron conducidos al hospital Gregorio Marañón para un posterior reconocimiento. A las 23.00 horas del domingo recibieron el alta. Sufrían contusiones.

La Policía Local de Rivas mantuvo ayer que los agresores fueron los cubanos: "Cuando se inició la disputa, un agente separó a uno de los cubanos para intentar calmarlo. La reacción de ellos fue pegar primero a un policía y luego a otro. La agresión fue muy fuerte". El circo se marchó de Rivas esa misma noche.

SOS Racismo manifestó ayer: "Nos preocupa el desprecio que los agentes del orden demuestran hacia el colectivo de inmigrantes, ya que tienden a identificar extranjero con delincuencia".

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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