Cinco de los ocho dueños de chalés dejan paso a la M-40
El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP), arañó ayer 800 metros cuadrados de chalés de lujo para una causa pública: la terminación del tramo norte de la M-40, que unirá la carretera de La Coruña con la de El Pardo. Noventa minutos de discusiones en la Gerencia Municipal de Urbanismo bastaron a Del Río para rendir a cinco de los ocho propietarios cuyos terrenos obstaculizan la construcción de la autovía. Antes de 15 días quedará libre la parte de sus fincas afectada por el trazado.Los tres propietarios que no aceptan la oferta municipal poseen las parcelas más extensas. Sólo dejarán paso a las máquinas si el Ayuntamiento les concede mayor edificabilidad en los terrenos que ocupan actualmente y que no serán mordidos por las obras, según explico ayer Del Río.
Pero el Gobierno municipal se niega a incrementar las posibilidades de construir en la zona por su próximidad al Monte de El Pardo. Urbanismo tan sólo ofrece dinero -aún pendiente de calcular- o suelo del patrimonio municipal en otro sitio a cambio de la expropiación.
El Estado, por su parte, regala algunas mejoras para la vista y el oído de los expropiados: "El ministerio pondrá pantallas parabólicas para impedir el impacto visual y acústico a sus propiedades", explicó ayer el edil del PP. "Es una obra tan importante que se le va a dar el mejor de los tratamientos posibles, como se ha hecho con las últimas autopistas construidas por Obras Públicas en Barcelona".
Obras en el campo de golf
Las excavadoras del ministerio hace tiempo que se toparon con la tapia de uno de los chalés afectados. Con el acuerdo que ayer anunció Del Río, las máquinas pueden continuar el trabajo por la zona conocida como La Fortaleza, el campo de golf de prácticas de uno de los propietarios. Las obras del tramo norte de la M-40 -3,5 kilómetros por los que circularán diariamente 150.000 vehículos- arrancaron el 15 de mayo de este año. El ministerio adjudicó la construcción de la carretera por 10.400 millones de pesetas en diciembre del año pasado. La autovía tendrá por esta parte dos pisos, uno para cada sentido de la circulación.El concejal de Urbanismo trasladó ayer una amenaza a los tres dueños que se oponen a la operación: "Si no aceptan el acuerdo y se niegan a dejarnos ocupar sus fincas habrá desahucio en los próximos días".
Los afectados escaparon entre el corrillo de periodistas. Algunos habían Regado a la reunión con su abogado, el ex concejal centrista Javier Soto. Este ex político se destacó en 1989 al anunciar que dejaba el CDS para apoyar, desde el Grupo Mixto, al PSOE. Su desplazamiento, del que se arrepintió tres días después, desató la moción de censura que acabó con el reinado de Juan Barranco. Cuando los socialistas, que gobernaban entonces en minoría, se quedaron sin el apoyo de Soto, CDS y PP se pusieron de acuerdo para unir sus votos y elegir nuevo alcalde a Agustín Rodríguez Sahagún. Soto tampoco se paró a dar explicaciones. Sólo el concejal de Urbanismo explicó con detalle lo ocurrido.
Del Río no conocía ayer cuánto le costaría pagar los terrenos necesarios para hacer la carretera. El Ayuntamiento calcula que conseguir el suelo rondará los 1.600 millones de pesetas, mientras los afectados mantienen que no menos de 3.200 millones. Recordó que el 40% del precio tendrá que ser costeado, a partes iguales, por el Ministerio de Obras Públicas y la Comunidad.
El municipio ya ha pagado los 30 millones del depósito de ocupación, trámite previo a la entrada de las máquinas.
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