Holanda exculpa a sus tropas y acusa de pasividad a la ONU en Srebrenica

Los cascos azules holandeses desplegados en el enclave bosnio musulmán de Srebrenica no pudieron impedir su conquista por los serbios en julio pasado ni las generalizadas matanzas posteriores de musulmanes, según las conclusiones de un informe presentado ayer en La Haya por el ministro de Defensa, Joris Voorhoeve. Holanda acusa a Naciones Unidas de fracasar estrepitosamente en la defensa de esta "zona segura" de Bosnia.Voorhoeve dijo ayer que el batallón holandés, cerca de 400 hombres, que protegía la ciudad donde se agolpaban hasta 60.000 personas carecía de capacidad para impedir el ataque serbio, con armamento pesado y tanques. El ministro holandés, que encargó el informe hecho público ayer para hacer frente a las acusaciones contra sus soldados, asegura que el mando de la ONU desestimó reiteradas peticiones para que la OTAN atacase a los radicales serbios. El diario británico The Independent informaba ayer que el comandante en jefe de la ONU, general Bernard Janvier, desoyó "al menos cinco veces las peticiones de ayuda de la OTAN que le formuló el comandante holandés en Srebrenica".

Cuando se produjo finalmente el simbólico ataque aéreo, a primeras horas de la tarde del 12 de julio, los serbios tenían como rehenes a medio centenar de soldados de los Países Bajos, y el Gobierno holandés pidió el cese de la acción de la Alianza. El propio Voorhoeve dijo entonces, al anunciar la retirada de sus cascos azules a la vecina localidad de Potocari, que Ios "serbios han ganado".

El informe presentado ayer será enviado ahora al Parlamento holandés.

Las tropas serbias se entregaron en Srebrenica a asesinatos masivos de hombres indefensos, virtualmente ante las narices de los soldados holandeses. El genocidio ordenado por el general Ratko Mladic fue denunciado en su día por la Cruz Roja y organizaciones de Naciones Unidas y ha sido documentado ahora por varios periódicos estadounidenses.