González corta en seco en la dirección del PSOE el debate sobre su candidatura
El secretario general del PSOE, Felipe González, dejó claro ayer que conoce al dedillo el comportamiento tanto individual como colectivo de los miembros de la ejecutiva federal de su partido. Ante la petición de tres miembros del órgano de dirección de que abriera el debate sobre el candidato electoral, González les instó a que se votara y, si la mayoría así lo quería, se avendría a hablar del asunto. Todos callaron. Uno de los que habían solicitado el debate, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, opinó que el partido tenía que tomar sus propias decisiones al márgen de los jueces.
, Con ello, el presidente extremeño apuntaba que el PSOE no puede retrasar su decisión sobre el candidato hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre las imputaciones del juez Baltasar Garzón sobre González, el ex vicepresidente Narcís Serra y el secretario de Relaciones Institucionales, José María Benegas.A nadie le extrañó ayer que Rodríguez Ibarra y la exministra Matilde Fernández pidieran al líder del PSOE que se abriera ya la discusión sobre la fecha del comité federal y de la conferencia política, actos en los que será protagonista el candidato a la presidencia en las elecciones de marzo. González contestó de igual a manera a ambos: "No me niego, no; si la mayoría de la ejecutiva lo quiere, no me niego, lo hablamos", repitió. La respuesta a la oferta del número uno fue el silencio de la ejecutiva.
La sorpresa vino cuando el presidente del PSOE, Ramón Rubial, tomó la palabra. "Felipe, ya sabes lo que opina toda la ejecutiva, así que lo único que hace falta es que digas que sí [te presentas]. No fastidies fmás y di qué quieres hacer", dijo el veterano Rubial, según distintos miembros de la ejecutiva federal.
Según las mismas fuentes, González miró fijamente al presidente de su partido un tanto desconcertado y, después de unos segundos de silencio, le sonrió. A continuación siguió con el orden del día hablando de la nueva situación tras la devolución por el Congreso de los Presupuestos para 1996.
Quienes conocen a Rubial aseguran que su intervención tenía un carácter conciliador: quería evitar una votación en el seno de la ejecutiva que, por la falta de costumbre, acaba siempre convirtiéndose en una cuestión casi dramática. Ciertamente quien había lanzado la provocación había sido el propio González, que propuso someter a votación el mero hecho de sacar el tema a debate. "Hemos llegado al punto de que hay que votar si se trata o no un tema del que está pendiente buena parte de, la ciudadanía", comentó tras la reunión un miembro de la ejecutiva en tono bastante amargo.
Rodríguez Ibarra, después de esgrimir la razón de que el partido no debía estar pendiente del Tribunal Supremo, en tono afectuoso le dijo al secretario general lo siguiente: "De todas formas, el tiempo juega a favor de mi tesis de que debes presentarte tú".
El presidente extremeño no quiso ni pensar que el proceso de elección del candidato iba a ser como apuntan "los rumores". "Llegamos aquí un jueves a la ejecutiva, nos dicen quién es el candidato; al día siguiente, el comité federal lo ratifica, y una semana después hacemos la conferencia política". Esas prisas no le parecen razonables a Rodríguez Ibarra, partidario de que la organización tenga tiempo para debatir un asunto tan trascendental como la elección de la cabeza de cartel electoral. El argumento de la falta de tiempo fue el que también utilizó Matilde Fernández para urgir que se abriera el debate.Ayer mismo, desde fuera de la ejecutiva, Manuel de la Rocha, diputado y miembro de Izquierda Socialista, pedía a González que no esperara a las decisiones del Supremo para definir si iba a ser o no candidato.
Por su parte, el secretario de organización, Cipriá Ciscar, puso el énfasis en el manifiesto elaborado para la conferencia política, que ahora puede ser enmendado por los militantes hasta el 20 de noviembre.
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